Tomarse un chupito de aceite de oliva virgen extra en ayunas… sí, ese rollo de TikTok que ha pillado hasta a Beyoncé, Kourtney Kardashian y la incombustible Gwyneth Paltrow. ¿A estas alturas, quién no ha visto a algún iluminado en redes jurando que te cambia la vida? Yo caí. No me juzgues. Dos semanas probando la movida y ahora vengo a contarte qué tal, lo bueno, lo malo y lo feo. Spoiler: ni magia, ni desastre.
¿Por qué está todo el mundo bebiendo aceite de oliva nada más levantarse? Culpemos al algoritmo. En TikTok se ha vuelto viral eso de tragarse un par de cucharadas de aceite de oliva en ayunas porque, según cuentan por ahí, hace de todo: te da energía, digestión top, piel de anuncio, pelo como si lo peinara un ángel, te quita los antojos y, si me apuras, te hace inmortal. Eso último igual no, pero casi.
6¿Merece la pena adquirir el hábito del chupito de aceite de oliva en las mañanas?

Pues mira, sí, siempre y cuando no te lo tomes como si fuera la pócima mágica de la eterna juventud. Tampoco hace falta que te bebas el aceite a palo seco si no te gusta, ¿eh? Mézclalo en la ensalada, échalo en unas tostadas, unas verduras al vapor, o mójalo con un buen pan integral. No te rayes mucho, lo importante es que tu comida no sea un desmadre y tenga algo de sentido común.
Para la gente que vive corriendo de aquí para allá, como nos pasa a nosotros, tomarse un mini chupito de aceite de oliva por la mañana es un truco rápido para meterle algo bueno al cuerpo antes de empezar el día. Y, aunque parezca una tontería, ese traguito mañanero de aceite de oliva virgen extra puede marcar la diferencia más de lo que uno piensa:
- Te ayuda a digerir mejor (adiós barriga pesada)
- Te calma un poco el monstruo del hambre
- Te da un chute de energía, y no es broma
- La piel y el pelo como de anuncio, casi casi