Solicitar el permiso internacional puede resultar intimidante al principio, pero el proceso es muy sencillo en realidad. La DGT se encarga de emitir este documento oficial que traduce tu carné nacional y lo valida fuera de la Unión Europea. Solo hace falta reunir unos pocos requisitos rápidos y presentar los datos obligatorios.
Después solo resta elegir la vía de gestión: acudir a la oficina o completar la solicitud en línea. Así se evitan retrasos de última hora y se garantiza libertad total al volante por todo el continente. Con este permiso, cada ruta se convierte en una simple aventura administrativa sin líos.
7Autorizar a un tercero

Cuando no puedes personarte, el trámite acepta delegación con un poder simple y la documentación original. La DGT permite que un representante recoja el permiso presentando la autorización firmada y su DNI. Así evitas viajes innecesarios.
Este recurso es muy útil si vives fuera de la ciudad o tus horaros no coinciden con los de la oficina. Solo habrá que entregar el poder y los documentos para que el permiso cambie de manos sin complicaciones.