sábado, 14 junio 2025

La plantilla de Vestas en Daimiel denuncia que trabajar en la fábrica les está envenenando

Este viernes, la plantilla de la fábrica de palas eólicas de Vestas en Daimiel (Ciudad Real) se concentra frente a la sede de la empresa en Madrid para protestar por las condiciones de trabajo que dicen padecer. Unas condiciones que, según denuncian, son tóxicas, en el sentido más literal de la palabra, hasta el punto de provocar enfermedades, incapacidades e incluso abortos.

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Comisiones Obreras (CCOO) lleva meses denunciando el incumplimiento del Real Decreto que establece las condiciones de seguridad para las instalaciones donde se trabaja con productos químicos peligrosos, lo que ha llevado a varias huelgas que, hasta el momento, no han dado resultado alguno. Vestas, afirman, se niega a proporcionar equipamiento adecuado y a cumplir con los requisitos de la normativa de riesgos laborales.

MERCA2 se ha puesto en contacto con Víctor Manuel Arias, secretario general de la Federación de Industria de CCOO en Ciudad Real, quien relata que ya se han interpuesto 13 denuncias a inspección de trabajo por la desprotección de los empleados ante los efectos nocivos del contacto con elementos tóxicos y reprotóxicos, que se manifiestan en problemas de alergias, reacciones cutáneas adversas y serias consecuencias para la salud reproductiva.

«HA HABIDO CASOS DE ABORTOS»

«La empresa no hace ningún caso de las resoluciones de inspección de trabajo, y tampoco ofrece ninguna información» -relata- «Se limitan a quitarse de encima las multas abonando el importe en pronto pago y punto, sin cambiar ninguna de las condiciones laborales que llevan a las sanciones».

«Sabemos que se han llegado a dar casos de mujeres que han sufrido abortos por la exposición a los productos reprotóxicos de la fábrica», asegura Arias. Conocer el número total de afectados, agrega, es difícil, ya que «por esa fábrica han pasado más de 12.000 personas de toda la provincia».

La normativa que regula los entornos laborales en los que se manejen elementos reprotóxicos está contenida en el Real Decreto 612/2024 sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo. Este cuerpo legal establece, en su artículo 6, que los empleados expuestos a este tipo de materiales «deberán disponer de lugares separados para guardar de manera separada las ropas de trabajo o de protección y las ropas de vestir».

CCOO DENUNCIA QUE VESTAS INCUMPLE DE FORMA REITERADA LA NORMATIVA DE SEGURIDAD E HIGIENE LABORAL ESTABLECIDA PARA EL MANEJO DE MATERIALES REPROTÓXICOS, LO QUE SE TRADUCE EN LESIONES, ENFERMEDADES Y GRAVES CONSECUENCIAS PARA LA SALUD REPRODUCTIVA

Nuestro interlocutor explica que Vestas incumple de forma flagrante esta disposición: «los trabajadores solo tienen una taquilla para cada uno, donde se ven obligados a guardar conjuntamente la ropa de trabajo y la ropa de calle».

El mismo artículo 6 también obliga a que los empleados dispongan, dentro de su jornada laboral, «del tiempo necesario para su aseo personal, con un máximo de 10 minutos antes de la comida y otros 10 minutos antes de abandonar el trabajo», algo que tampoco se cumple en la fábrica de Daimiel, denuncia Arias.

MERCA2 ha intentado ponerse en contacto con la compañía para conocer su versión, sin obtener ninguna respuesta.

«VESTAS NO QUIERE NI SENTARSE A HABLAR»

La inexistencia de medidas de seguridad adecuadas en el centro de trabajo no es la única reclamación de la plantilla de la multinacional eólica danesa. Vestas, según nos cuenta la misma fuente, es reincidente en el incumplimiento de los pactos acordados en el convenio de la industria química: «No nos pagan el plus que tenemos por convenio y no se respetan los días de licencia por hospitalización ni los días de exención laboral por fuerza mayor».

Ante esta situación, los sindicatos han convocado paros que se extendieron durante los meses de marzo y abril, todos los martes y jueves, además de cuatro días durante el mes de mayo. «Tuvimos el gesto de suspender la huelga en junio para iniciar un diálogo con Vestas, pero ni siquiera se dignaron respondernos» -dice Arias- «No quieren ni sentarse a hablar».

«Como empresa multinacional con beneficios multimillonarios, Vestas debería preocuparse más por la salud de sus trabajadores», remata.


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