viernes, 13 junio 2025

La Sepi es el último salvavidas de Talgo ante las dudas en Sidenor

Los resultados de Talgo el año pasado y en el primer trimestre de este año han sido suficiente para crear incertidumbre sobre el futuro de la empresa. El fabricante de trenes nacional tiene ya meses en el proceso de cerrar un acuerdo con Sidenor para que la empresa del País Vasco comprara el 29,7% de la empresa que controla el fondo de inversión Trilantic. Este paso es clave para que el fabricante tenga finalmente un socio industrial que la aparte de las pérdidas que han tenido en sus últimos resultados, precisamente por los retrasos en la entrega de pedidos tanto con Renfe como con sus clientes extranjeros. 

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El problema es que esta acumulación de resultados negativos se ha visto reflejada en el valor de la acción, lo que ha hecho que los analistas de Renta 4 vuelvan a poner a Talgo en revisión, y que los de Bankinter directamente recomienden vender las acciones que se posean. Estás dudas, según reporta el portal Invertía de ‘El Español’, han llegado a José Antonio Jainaga, consejero delegado de Sidenor, quien ya no comparte el primer precio ofrecido por la acerería para hacerse con el fabricante de trenes, pues en el último año han pasado de un pico de 4,47 euros por acción hasta un valor actual de 3,16 euros. 

Esta mezcla de condiciones negativas ha hecho que la empresa tampoco pueda depender de los bancos para superar su crisis actual. Estos no han querido financiar la operación por las dudas alrededor del futuro de la propia Talgo, lo que hace que la decisión de la directiva de Sidenor sea todavía más complicada. A esto se suma las deudas de más de 100 millones de euros del fabricante con Renfe debido a las sanciones por los retrasos en la entrega de los trenes Avril y, por supuesto, el precio que puede tener la confirmación del retraso en la entrega de los trenes acordados con la alemana Deutsche Bahn. 

La solución parece ser la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Desde el gobierno vasco han dejado caer esta posibilidad, pero lo cierto es que el reloj juega en contra de todas las partes involucradas. El plazo para hacer efectivo el acuerdo se acaba el 16 de junio, y la realidad es que sigue siendo complicado adivinar exactamente qué pasará con la empresa. Al mismo tiempo, tras el rechazo tanto a la húngara Magyar Vagon como a las ofertas de Polonia (Pesa) y de la India (Jupiter Wagons), la realidad es que Sidenor es quizás la última opción restante en territorio español. 

TALGO COMO EMPRESA ESTRATÉGICA

Lo cierto es que esta situación se ha derivado de la decisión del gobierno de vetar la oferta de opa hecha desde Hungría. Aunque había buenos motivos para ello, la cercanía de la empresa como el gobierno de Viktor Orbán y la relación de este último con Vladímir Putin hacían especialmente delicada la compra, y además se suma que al ser una empresa con un conocimiento particular a la hora de fabricar trenes para vías de ancho variable es de esperar que se intente mantener la españolidad de la misma, incluso cuando algunas de las ofertas han venido de aliados. 

Óscar Puente
Óscar Puente

Es que en este momento la empresa se dibuja como la única opción real para la compra de los trenes necesarios para la segunda etapa de la liberalización de la alta velocidad de las vías españolas. Las dos empresas privadas del sector que operan en España, Ouigo e Iryo, saben que es la única que tiene un tren en el mercado pensado para las opciones de ancho variable, el Avril, y aunque CAF ya tiene un prototipo de su Oaris, sigue siendo un riesgo apostar por un tren que aún no se ha probado. 

QUÉ PROBLEMAS QUEDAN PARA LA COMPRA DE TALGO

Lo cierto es que será importante que se den los pasos necesarios para facilitar la compra del porcentaje de acciones de Trilantic por parte de Sidenor. Aunque no es viable cambiar el valor de la oferta en un periodo tan corto, sigue siendo evidente que hay instituciones del gobierno que deben dar el paso para engrasar la oferta, antes de que llegue el lunes sin una solución. Es algo que no se puede permitir desde el Gobierno tras el veto a los húngaros. 

El retraso del pago en la deuda por la sanción de Renfe, y la entrada de la SEPI pueden ser pasos necesarios para salvar los papeles. En cualquier caso queda poco tiempo para saber el futuro del fabricante que, mientras tanto, sigue buscando firmar nuevos acuerdos.


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