sábado, 14 junio 2025

Ser single y acceder a vivienda (como gran desafío financiero en España)

El acceso a una vivienda propia o en alquiler es uno de los principales desafíos que enfrentan muchas personas en España, especialmente aquellas que viven solas. En un contexto económico marcado por la inflación, los tipos de interés hipotecarios y la subida generalizada de los precios inmobiliarios, la posibilidad de adquirir o arrendar un estudio siendo single se convierte en un camino tortuoso.

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Esta tipología de vivienda, que suele representar la opción más económica y compacta, refleja de manera significativa las condiciones del mercado para quienes buscan independencia habitacional sin la carga de un hogar más amplio.

PLAZOS EXTENDIDOS HASTA LA EXTENUACIÓN

Esto obliga a muchos a replantear sus expectativas o a extender los plazos para alcanzar el objetivo de la propiedad. Asimismo, el alquiler, que en principio puede parecer una alternativa más flexible, requiere ingresos igualmente elevados para mantener una relación sostenible entre el coste de la renta y los ingresos personales.

El acceso a una vivienda de tipo estudio pone de relieve las desigualdades regionales y urbanas que existen en el país. Mientras que grandes ciudades como Madrid y Barcelona demandan ingresos netos anuales considerables para comprar o alquilar, otras localidades y provincias reflejan un panorama más accesible, aunque con matices.

Además, los requisitos económicos incluyen no solo el pago mensual sino también la necesidad de ahorros previos para la entrada y los gastos asociados, factores que complican aún más la llegada a la vivienda propia.

AHORROS E INGRESOS PARA ACCEDER A UNA VIVIENDA EN ESPAÑA

Un reciente informe elaborado por Idealista ha puesto sobre la mesa las dificultades que enfrentan las personas solas para acceder a una vivienda tipo estudio en España en 2025. Según el estudio, la adquisición de esta tipología exige en promedio un ingreso neto mínimo anual de 18.080 euros para poder afrontar una cuota hipotecaria mensual media de 452 euros, partiendo de un precio medio de 134.935 euros por estudio.

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Viviendas en construcción. Foto: Europa Press.

Además, para la compra, se requiere un ahorro previo de aproximadamente 40.480 euros, que cubren la entrada (20% del valor del inmueble) y los gastos e impuestos asociados (estimados en un 10%). En contraste, alquilar un estudio resulta más costoso en términos de ingresos necesarios, pues para pagar una renta media mensual de 800 euros sin superar el umbral recomendado del 30% de los ingresos, se requieren unos ingresos netos anuales de 32.000 euros.

Esta diferencia notable evidencia que, aunque la compra requiere un desembolso inicial significativo, a largo plazo puede ser una opción más asequible para singles con ingresos moderados.

DISPARIDAD GEOGRÁFICA

Madrid es la ciudad donde más se debe ganar para comprar un estudio: 32.160 euros netos anuales, junto con la necesidad de un ahorro de casi 72.000 euros para la entrada y gastos. Palma de Mallorca no se queda atrás, con ingresos mínimos de 31.560 euros para compra y 38.000 euros para alquiler. Barcelona lidera en la modalidad de alquiler, donde el ingreso neto necesario para pagar un estudio alcanza los 47.000 euros anuales, el más alto entre las ciudades analizadas.

Valencia le sigue en la lista con ingresos mínimos de 40.880 y 40.000 euros, respectivamente. Por el contrario, ciudades como Santander requieren ingresos mucho menores para comprar un estudio (9.240 euros netos anuales), mientras que Tarragona y Ciudad Real tampoco superan los 10.000 euros. En alquiler, ciudades más accesibles incluyen Ciudad Real y Palencia, donde los ingresos necesarios se sitúan en 16.400 y 18.000 euros anuales, respectivamente.

La realidad actual del mercado inmobiliario en España refleja que para una persona que vive sola, conseguir una vivienda asequible supone un desafío considerable. Los precios elevados, sumados a los requisitos de ingresos y ahorros para la compra o alquiler de un estudio, complican la independencia.


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