Marta Peñate y Tony Spina han tomado una decisión que está marcando un antes y un después en sus vidas. Tras atravesar un momento especialmente doloroso a raíz de la pérdida del bebé que esperaban, la pareja ha decidido poner tierra de por medio y alejarse del entorno habitual para intentar recuperarse emocionalmente. Concretamente, Marta y Tony se han refugiado en Gran Canaria, isla natal de la influencer, donde están disfrutando de unas vacaciones que les están sirviendo para apoyarse mutuamente y encontrar un respiro necesario en medio de la tormenta. Este cambio de escenario, alejado de la rutina madrileña donde ambos viven y trabajan, se ha convertido en un bálsamo para ambos, que buscan sanar heridas y reencontrarse con la tranquilidad.
1Marta Peñate necesita coger aire
Desde que llegaron a la isla, la pareja ha elegido alojarse en un resort que ofrece unas vistas privilegiadas de la costa canaria, un entorno idílico que contrasta con la tristeza que han vivido en las últimas semanas. Marta no ha dudado en compartir en sus redes sociales lo mucho que le está ayudando esta desconexión. En un story de Instagram publicado el martes, la exconcursante de Gran Hermano 16 mostraba el paisaje que la rodea, acompañado de un mensaje claro: “No sabéis lo bien que me está sentando esta desconexión”. Esta frase refleja la importancia que está teniendo para ella apartarse de la presión mediática y del estrés que conlleva su actividad pública para centrarse en su bienestar emocional. Por su parte, Tony Spina también ha sido activo en las redes durante estos días y ha mostrado su apoyo incondicional a Marta. El lunes, compartió una foto muy íntima en la que se les ve besándose en la playa de Maspalomas mientras el sol se ponía en el horizonte, una imagen que transmite serenidad y complicidad en medio de la adversidad.
Marta, que siempre se ha mostrado muy sincera con sus seguidores, ya había adelantado que necesitaba unas vacaciones para “hacer muchísimo bien mentalmente”. Este mensaje fue parte de una respuesta más amplia que la influencer dio a los ‘haters’ que criticaban la exposición pública de su proceso de duelo. En un vídeo de Instagram, Marta explicó con sinceridad que se había precipitado al compartir la noticia de su embarazo y la posterior pérdida, motivada por la ilusión que sentía en ese momento. “Me precipité contándolo, la ilusión me pudo. La próxima vez os enteraréis cuando ya tenga barriga, que me vaya a explotar”, dijo con ironía, mostrando a la vez su intención de protegerse más en futuras ocasiones. Pero también quiso dejar claro que el sufrimiento por un aborto no debe ser objeto de juicios ni culpas: “Reflexionad antes de escribir, porque una persona que sufre un aborto no tiene culpa. No es culpa mía”. Estas palabras dejaron patente el fuerte impacto emocional que ha supuesto para ella este episodio y la dureza que conlleva enfrentarse a la opinión pública mientras se atraviesa una situación tan delicada.
