domingo, 15 junio 2025

Si tu iPhone se calienta mucho al cargar, estás cometiendo este error garrafal que está destruyendo tu batería

El sobrecalentamiento de un iPhone al cargarlo es una señal de alarma que muchos usuarios ignoran o normalizan, atribuyéndolo a un simple efecto secundario del proceso. Sin embargo, esa temperatura elevada que notamos al tacto es mucho más que una pequeña incomodidad. Se trata de un aviso claro y directo de que algo no va bien en la cadena de carga, una sensación que va más allá de una simple molestia, ya que es el síntoma de un problema que podría acortar drásticamente la vida útil del dispositivo, comprometiendo una inversión económica considerable. Ese calor es el enemigo silencioso de la batería, un agente corrosivo que la degrada por dentro sin que nos percatemos hasta que es demasiado tarde.

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Este fenómeno, lejos de ser un fallo inherente del terminal, suele estar directamente relacionado con nuestras propias costumbres y los accesorios que elegimos para él. En la mayoría de los casos, el origen del problema se encuentra en un error garrafal que cometemos casi a diario, a menudo motivadas por el ahorro o la estética, y que sin darnos cuenta someten a la batería a un estrés térmico para el que no está diseñada. La buena noticia es que identificar y corregir este fallo está al alcance de cualquiera, evitando así un deterioro prematuro que nos obligaría a pasar por el servicio técnico o, en el peor de los casos, a cambiar de móvil antes de tiempo.

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EL SELLO DE LA TRANQUILIDAD: QUÉ BUSCAR EN UN CARGADOR (Y EN UNA FUNDA) PARA NO ARRUINAR TU IPHONE

Fuente Pexels

La solución para el primer problema es sorprendentemente sencilla: utilizar siempre cargadores originales o con certificación MFi (Made for iPhone). Este sello, que se puede encontrar en el embalaje del producto, garantiza que el accesorio cumple con los estándares de rendimiento y seguridad de Apple, asegurando un flujo de corriente estable y protegiendo la circuitería interna del teléfono. Aunque su precio sea superior al de una copia sin marca, esta diferencia es la mejor póliza de seguro para un dispositivo que cuesta cientos de euros. Invertir en un buen cargador no es un gasto, es una inversión en la longevidad y el buen funcionamiento de tu iPhone.

En cuanto a las fundas, la clave es el sentido común y la observación. Si notas que tu iPhone se calienta en exceso al cargar, retírala. Es un gesto simple que puede marcar una gran diferencia. No es necesario cargar el teléfono «desnudo» siempre, pero sí ser consciente del problema, y si vas a comprar una nueva, prioriza aquellas con materiales que ayuden a disipar el calor o con diseños que no sellen por completo el dispositivo. Algunas marcas especializadas ya ofrecen carcasas con pequeñas perforaciones o fabricadas con materiales como el grafeno, pensadas específicamente para favorecer la refrigeración del terminal durante su uso intensivo y su carga.


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