Este verano puede ser el primero en el que te pongas el bañador sin remordimientos, incluso si llevas tiempo comer sano y aun así no veías reflejado ese esfuerzo en la báscula. La clave no está en descartar verduras o ensaladas, sino en aprender a medir lo que consumes, especialmente esos alimentos saludables pero densos en calorías. Con un sencillo truco que detallo a continuación, tu cuerpo comenzará a quemar los kilos de más sin renunciar a comer sano cada día.
Al principio puede parecer contradictorio: ¿no suponíamos que comer sano era suficiente? La realidad es que, tras la fase inicial de adelgazamiento, nuestro metabolismo se adapta y necesita un déficit de calorías más estricto. Aquí descubrirás cómo combinar tu dieta saludable con un control preciso de las porciones, logrando un déficit real sin renunciar a tus platos favoritos.
7Flexibilidad para sostener el hábito

Aunque pesar alimentos y anotar todo puede parecer estricto, la clave está en la flexibilidad. Permítete un capricho ocasional fuera de tus medidas, pero compénsalo al día siguiente. Así mantienes el déficit sin frustrarte y conviertes esa práctica en una forma de comer sano sostenible a largo plazo.
Este enfoque evita la rigidez extrema y reduce la probabilidad de abandonar. Al integrar la flexibilidad, el objetivo de luz verde que da la báscula se ve acompañado de una sensación de equilibrio que hace tu vida más agradable.