Este verano puede ser el primero en el que te pongas el bañador sin remordimientos, incluso si llevas tiempo comer sano y aun así no veías reflejado ese esfuerzo en la báscula. La clave no está en descartar verduras o ensaladas, sino en aprender a medir lo que consumes, especialmente esos alimentos saludables pero densos en calorías. Con un sencillo truco que detallo a continuación, tu cuerpo comenzará a quemar los kilos de más sin renunciar a comer sano cada día.
Al principio puede parecer contradictorio: ¿no suponíamos que comer sano era suficiente? La realidad es que, tras la fase inicial de adelgazamiento, nuestro metabolismo se adapta y necesita un déficit de calorías más estricto. Aquí descubrirás cómo combinar tu dieta saludable con un control preciso de las porciones, logrando un déficit real sin renunciar a tus platos favoritos.
4Integrar el truco en tus recetas favoritas

No hace falta renunciar a tus platos preferidos para comer sano con control. Prueba a recalcular las cantidades de aceite en la sartén, el arroz en la paella o el queso en la pizza casera. Cada cucharada menos cuenta.
La buena noticia es que, en cuanto te acostumbras a las medidas, añades sabor con especias y hierbas frescas sin necesidad de grasas extras. Así, tu paladar sigue disfrutando mientras tu cuerpo se ajusta al déficit calórico sin sentir que estás a dieta.