La llegada del calor suele acompañarse de risas en la terraza y helados al atardecer, pero también es la señal de alarma para esos diminutos exploradores que se cuelan en nuestra casa: hormigas y cucarachas. Estos insectos aprovechan cualquier rendija para asaltar la cocina o anidar en zonas húmedas. Si estás cansado de los productos tóxicos y los olores agresivos, te alegrará saber que hay una alternativa sencilla y barata que usa algo tan común como el papel de aluminio.
Te aseguro que, una vez que pruebes esta técnica, no querrás volver a ver un spray químico cerca de la despensa. Mantén a mano unos cuantos trozos de aluminio y descubre cómo convertirlos en auténticas barreras contra estas plagas de verano.
4Colocación estratégica para máxima eficacia

Dónde poner estas trampas para hormigas y cucarachas marca la diferencia. Identifica los puntos donde suelas ver más actividad alrededor de armarios, junto a la nevera, cerca del fregadero o alrededor del cubo de basura. Coloca las bolas de aluminio en esas zonas críticas, revisándolas cada 4 o 5 días para renovarlas si el aroma ha perdido fuerza.
La clave está en cubrir varios puntos de acceso y cambiar las trampas con regularidad. Cuantas más esquinas bloquees, más eco hará el efecto en tu casa. Verás que, en pocos días, la presencia de hormigas y cucarachas desciende drásticamente, y tu hogar recupera esa sensación de espacio limpio y seguro…