La economía circular busca conseguir una producción más sostenible, así como un consumo responsable en el que se reutilice, recicle o se renueven tanto productos como materiales. Este modelo de producción supone múltiples ventajas para las empresas, que se benefician de un mayor ahorro y, por tanto, crecimiento económico.
De este modo, en la actualidad, el perfil de experto en economía circular y desarrollo sostenible es uno de los más demandados por las compañías y estudios como un máster de economía circular se han convertido en algunos de los que más salidas laborales ofrecen, al proporcionar los conocimientos necesarios y las herramientas sobre este modelo económico.
Sin embargo, para entender su importancia hoy en día y por qué es el modelo a seguir, es necesario saber en qué consiste realmente la economía circular y qué implicaciones tiene para empresas y consumidores.
Economía circular: ¿qué es y en qué consiste?
La economía circular es un modelo económico que promueve la sostenibilidad mediante la reducción, reutilización, reparación y reciclaje de materiales y productos, con el objetivo de prolongar su ciclo de vida útil. A diferencia del modelo lineal tradicional, que se basa en producir, usar y desechar, la economía circular busca cerrar el ciclo de los recursos para minimizar el impacto ambiental y optimizar el uso de materias primas.
Además de sus beneficios medioambientales, la economía circular tiene un fuerte impacto social y económico, ya que fomenta la innovación, mejora la competitividad de las empresas y genera empleo de calidad al requerir nuevas habilidades para reacondicionar, reparar o reciclar productos. En definitiva, se trata de un modelo muy importante para construir un futuro más sostenible y resiliente.
¿Cómo se implementa la economía circular en las empresas?
Las empresas implementan la economía circular de varias formas. Definen estrategias para preparar sus productos para la circularidad, así como para mejorar su vida útil. Por un lado, estos se fabrican con el objetivo de que, al final de su ciclo de vida, se puedan reutilizar, y por otro, tienen establecidas las acciones que se van a tomar, una vez que estos hayan cumplido su función. Apuestan, de este modo, por materiales que se puedan reciclar para generar la menor cantidad de residuos posible.
Asimismo, las compañías que aplican este modelo colaboran con otras para que la economía circular pueda desarrollarse y administran la reincorporación de los materiales y los productos al mercado, cadena de reciclaje o producción, cuando el usuario se deshace de él. Para ello, hacen partícipes a los consumidores en la economía circular, animándoles a reciclar o a llevar sus productos a los puntos establecidos para su posterior tratamiento.
Todas estas medidas reportan muchos beneficios tanto a los consumidores como a estas empresas y, por ello, es frecuente que busquen profesionales formados en economía circular. Así pueden adaptar su modelo económico a uno que les permita mejorar su productividad, ahorrar costes y desarrollarse de una forma más sostenible.En ESUE, este enfoque se aborda en profundidad a través de su Máster en Economía Circular, donde los estudiantes adquieren las competencias necesarias para implementar procesos circulares en las organizaciones, como el ecodiseño, la logística inversa o la gestión eficiente de residuos. ¡Solicita ya tu plaza y comienza a impulsar el cambio sostenible en tu empresa!