Aunque en las próximas semanas Cabify debería empezar a operar unas 8.500 licencias extra en la Comunidad de Madrid, lo cierto es que estas han generado escepticismo en la mayoría del sector transporte.
La realidad, difícil de esconder, es que hay una parte del sector que no considera estas licencias como necesarias, no solo por el riesgo que representan para la facturación de los conductores de VTC, que sigue siendo clave para sus ingresos, sino que además el informe más reciente de la CAM señala que hay más oferta que demanda de este tipo de vehículos.
Pero el informe revela un problema mayor, que de las 8.911 licencias de VTC en la capital solo operan unas 3.761. Es un dato esclarecedor, que además señala el problema de las tres plataformas para conseguir conductores, lo que se ha vuelto un reto en el tiempo, sobre todo después de aquel periodo de ‘La gran renuncia’, en que muchos trabajadores dejaron de lado sus puestos de trabajo por motivos personales tras la pandemia. Es una realidad aún observable al seguir de cerca la cantidad de vehículos que se quedan estacionados en los parkings de empresas como Auro o Vecctor. Es además un reto mayor en estas fechas en la que la demanda de transporte en la capital se reduce debido a la cantidad de madrileños que viajan para escapar del calor.
Lo cierto es que no es fácil conseguir trabajadores dispuestos a sumarse al sector del transporte. Es una realidad que conocen en Uber, Cabify y Bolt, y saben que les genera un problema a largo plazo, se suma que este déficit de conductores hace más difícil aplicar los filtros necesarios de contratación, justo en el momento en que las regulaciones, incluso la de la Comunidad de Madrid, hacen más necesarios que nunca estos filtros, incluyendo el nuevo examen que deben presentar los trabajadores del sector.
De momento es un problema que no hará más que empeorar con la aprobación de las nuevas licencias de VTC en Madrid. Es que además se trata de 8.500 licencias, todas bajo el control de Cabify, lo que obligaría a que la nueva plantilla de conductores se dedicara únicamente a los viajes solicitados a través de la aplicación del unicornio español. Es un dato más a tener en cuenta a la hora de que se empiece a prestar el servicio a través de las nuevas licencias. Y un motivo más de los rivales de la empresa española para atacar la aprobación de las nuevas licencias.
LOS TAXISTAS INTENTAN RECLUTAR LOS CONDUCTORES DE LAS VTC
Lo cierto es que desde el sector del taxi han entendido esto como una dificultad importante dentro del mundo de las VTC. En Barcelona, y a menor escala en Madrid, se han hecho campañas para atraer a los conductores de Uber, Cabify y Bolt al mundo del taxi, presumiendo de los beneficios que ofrece este tipo de empleo en comparación con el trabajo dentro de las plataformas de la llamada «nueva movilidad». Es una campaña que desde las empresas del sector aseguran que no ha funcionado, pero que dibuja una situación complicada.

Es que no es un secreto la situación reputacional de estas plataformas como empleadores. Aunque los diferentes convenios colectivos de cada comunidad autónoma han ido mejorando, y aunque a diferencias de otro tipo de plataformas digitales, en particular las empresas del mundo del delivery, las de la nueva movilidad no trabajan con autónomos, sino con trabajadores con contratos indefinidos y con un sueldo fijo, incluso si en la práctica un porcentaje importante de sus ingresos sigue dependiendo de unos bonos de calidad y facturación que en ocasiones le obliga a pasar hasta 12 horas detrás del volante.
LAS NUEVAS LICENCIAS DE CABIFY NO ESCAPAN DE LA CONTROVERSIA
Lo cierto es que aunque desde Cabify se sigue defendiendo que las licencias son necesarias en una ciudad que tiene menos VTC por persona que la mayoría de las capitales europeas, situaciones como la de los conductores hacen que el resto del sector tenga dudas. La realidad es que aunque desde la plataforma española se defiende que debe haber más licencias, el resto del sector no necesariamente comparte esta posición.
Allí está el caso de Unauto VTC, principal patronal del sector, que ha mostrado preocupación por el efecto que una inyección de licencias de tal volumen puede causar en el mercado madrileño, o el de Bolt, una de las principales rivales de Cabify, que señala que tal cantidad de licencias en manos de una sola plataforma rompería cualquier posibilidad de equilibrio.
Por su lado, desde la Federación Profesional del Taxi de Madrid temen por el efecto que pueda tener esta medida en los ingresos de sus miembros y a esto se suma la preocupación similar de algunos de los conductores que ya recomiendan retirar a los taxis de las plataformas para evitar ser ellos los que pierdan impulso.
En cualquier caso, la realidad es que las licencias empezarán a operar en cualquier momento. Incluso sin ellas, en lo que va de 2025 el número de VTC que pueden rodar en Madrid ha seguido aumentando paulatinamente, con unas 38 licencias, por lo que realmente el acuerdo de Cabify solo está acelerando un futuro que se dibuja como inevitable.