Anabel Pantoja ha vivido uno de los momentos más emotivos desde que se convirtió en madre: el primer Rocío de su hija Alma. La influencer, muy emocionada, ha compartido con sus seguidores lo que ha significado para ella volver a esta tradición religiosa y hacerlo esta vez acompañada por su pequeña de apenas seis meses. Después de quince años sin acudir a la romería, la sobrina de Isabel Pantoja ha retomado el camino junto a su pareja, David Rodríguez, y la hermandad de Almonte, cumpliendo una promesa personal que llevaba mucho tiempo esperando. Tras un año marcado por la angustia y el sufrimiento debido a la grave hospitalización de Alma nada más nacer y el posterior proceso judicial que afrontan por presunto maltrato infantil, Anabel ha querido dar gracias por haber salido adelante y presentar a su hija ante la Virgen del Rocío como muestra de fe, gratitud y esperanza.
2Un momento importante para Anabel Pantoja

A pesar de las dificultades recientes, este primer Rocío ha servido para que Anabel Pantoja recupere una parte de sí misma que había dejado atrás. Volver a la aldea tras tantos años ha sido un reencuentro con sus orígenes, con su infancia y con esa fe que le inculcaron desde pequeña. En este contexto emocional tan intenso, la llegada de Alma a su vida parece haberle devuelto la ilusión por recuperar ciertas tradiciones familiares que le aportan estabilidad y consuelo. La influencer ha querido vivir este momento de manera íntima, alejada del foco mediático, mostrando solo pequeñas pinceladas del viaje en sus redes sociales, como símbolo de un cambio de etapa en su forma de afrontar lo personal y lo público.
Anabel se ha mostrado agradecida también con las personas que la han acompañado estos días, especialmente con su pareja, David Rodríguez, quien ha estado a su lado durante todo el complicado proceso de salud de su hija. Para ambos, este viaje ha tenido un valor especial, no solo por el componente espiritual, sino por lo que representa a nivel personal y emocional como familia. Tras regresar a Sevilla, la sobrina de Isabel Pantoja ha cerrado este capítulo con la esperanza de convertirlo en una nueva costumbre, dejando claro que su vínculo con El Rocío sigue tan vivo como siempre y que, a partir de ahora, lo vivirá con más fuerza que nunca, de la mano de su hija Alma.