Olvidar la ropa mojada en la lavadora es uno de esos errores domésticos a los que nadie presta demasiada atención… hasta que el olor agrio y el moho aparecen. Dejar esas prendas húmedas en el tambor no solo arruina la colada, sino que también convierte tu lavadora en un hervidero de bacterias. Este despiste, más común de lo que crees, puede derivar en manchas difíciles, texturas ásperas e incluso daños en el propio electrodoméstico.
En este artículo descubrirás cuánto tiempo aguanta tu ropa mojada sin grandes desgracias y qué señales te alertarán de que es momento de actuar. Además, aprenderás estrategias sencillas para rescatar esas camisetas empapadas y evitar que tu lavadora acabe pidiendo auxilio (o que gastes horas repitiendo ciclos).
3Cómo el moho ataca tu lavadora por dentro

No solo tus prendas sufren: el tambor, la goma de la puerta y el cajón del detergente son puntos vulnerables donde se acumulan residuos y humedad. Con la ropa mojada dentro, esos rincones se convierten en viveros de moho que luego pasan al resto de lavados.
A la larga, este cúmulo de suciedad orgánica reduce el rendimiento del electrodoméstico y puede provocar averías. Cada nuevo ciclo sin limpieza interna impone un desgaste extra, y la ropa mojada acaba siendo solo la punta del iceberg de un problema mayor.