La maquinaria de «La Favorita 1922» no deja de moverse y en esta ocasión gira entre confesiones peligrosas, celos descomunales y secretos de planes que están a punto de «dar la vuelta» a todos y cada uno de los personajes de la narración. La valentía de Rosa desafiando a su futuro marido, la precaria tregua entre Elena y Félix, la amenaza de don César asomándose al fondo de la escena no son más que la introducción de una tempestad que promete arrasar con todo. En tanto algunos personajes parecen dedicados a reconstruir sus relaciones, otros parecen entregados a destruirlas.
3UN FUTURO INCIERTO EN LA FAVORITA 1922

No hay manera de que Don César descanse en La Favorita 1922. Su abrumador afán por controlar el destino de La Favorita Bistro lo empuja a lugares nada recomendables; manipular a Cecilia para que pueda esconder su embarazo, confabular con don Benito, sus acciones se producen en forma de movimientos sobre un tablero de ajedrez diabólico, su última jugada —la de hacerse con la parte de Julio antes de que este se marche de viaje— le daría la ansiada dirección que tanto anhela, aunque hay un problema: Elena no está por la labor de ceder.
Sin embargo, don César no es el único peligro para con las favoritas.
Él tramando desde la penumbra y Ana comprobando que Roberto podría volver a estar engañándola, Lourdes luchando entre sus sentimientos amorosos hacia don Amancio y el miedo al qué dirán, Cecilia cuidando un secreto que podría destruir el matrimonio que ha sido capaz de construir. ¿Hasta cuándo podrán seguir manteniendo la apariencia de la normalidad? Don Benito puede dar la vuelta a la situación en la reunión convocada con los prestamistas; una reunión que podría ser el detonador de una crisis que ni las favoritas —unidas— logren gestionar.
«Se podía cortar la tensión con un cuchillo, ahí fuera está pasando algo», dice alguien en el restaurante, y no le falta razón. Las paredes de La Favorita han sido testigos de amores, deslealtades y reconciliaciones, pero esta vez, el aire huele a peligro. Si don César llega a su objetivo, no solo va a dividir a las favoritas, sino que por un lado va a destruir todo lo que han construido. Mientras tanto, en la distancia, Julio sigue siendo una incógnita. ¿Volverá a reclamar lo que es suyo, o su partida marcará el final de una era?