La maquinaria de «La Favorita 1922» no deja de moverse y en esta ocasión gira entre confesiones peligrosas, celos descomunales y secretos de planes que están a punto de «dar la vuelta» a todos y cada uno de los personajes de la narración. La valentía de Rosa desafiando a su futuro marido, la precaria tregua entre Elena y Félix, la amenaza de don César asomándose al fondo de la escena no son más que la introducción de una tempestad que promete arrasar con todo. En tanto algunos personajes parecen dedicados a reconstruir sus relaciones, otros parecen entregados a destruirlas.
1LA VERDAD COMO ÚNICA SALIDA
Rosa ha decidido dar un paso que podría cambiar su vida para siempre en La Favorita 1922: decirle a su prometido que su corazón es de otra persona. No es sencillo romper el molde de las expectativas ajenas, pero la pastelera ha llegado a la conclusión de que vivir una mentira duele más todavía. Pero su valentía puede conducir a sorpresas. Fermín, el hombre al que juró lealtad, no es precisamente lo que parece.
Pero ¿por qué está Rosa en este camino ahora? Tras semanas de silencios y miradas cómplices con el verdadero objeto de su afecto se ha dado cuenta de que el tiempo se les va. Su prometido, Fermín, no es un hombre al que se le pueda engañar tan fácil, y su forma de ser hasta ahora controlada puede descontrolarse con cualquier cosa. Rosa juega con fuego, y aunque lo sabe, prefiere arriesgarse a vivir en la verdad que seguir jugando a un amor que no tuvo nunca.
No obstante, lo que ella no es consciente de es que Fermín también posee sus propios secretos. Los rumores sobre sus negocios poco claros no son simple murmullo: existen testigos, documentos reveladores y hasta un historial de amenazas que Rosa no puede continuar ignorando. Y si su confesión provoca su ira, ¿quién la protegerá? Pero, ¿estará en verdad su verdadero amor dispuesto a afrontar el precio de su confesión? En un mundo donde la fama lo es todo, Rosa puede estar a punto de perderlo todo siguiendo a su corazón.
