Los eventos de las últimas semanas no han dejado a Talgo en la mejor situación. El fabricante de trenes español tiene un futuro incierto, como lo han confirmado ellos mismos al retirar sus previsiones de este año y anunciar que renegociaron la fecha de entrega de los trenes que deben enviar a Deutsche Bahn. Lo cierto es que incluso cuando se dibujan como la única opción real de construir los trenes necesarios para la segunda fase de la liberalización de la alta velocidad en España, y tras cerrar un acuerdo con la alemana FlixTrain los analistas de Bankinter han considerado que es el momento de bajarse del tren y vender las acciones.
«Mantenemos la recomendación de Vender ante la reciente retirada temporal de las guías para 2025, por «circunstancias imprevistas relacionadas con los principales proyectos y la estructura de capital” que “dificultan establecer las previsiones de forma adecuada”», se lee en el informe de los analistas de la entidad bancaria.
Es el primer informe que llega tras un par de semanas de caos, donde la empresa declaró pérdidas millonarias en el primer trimestre, retrasó su entrega con Deutsche Bahn, y se completó el plazo esperado para el acuerdo con Sidenor por la compra del porcentaje del fabricante que maneja Trilantic, un 29,7%, sin que se firmará el acuerdo final. Lo cierto es que otro de los bancos de inversión que ha tenido el ojo sobre Talgo, Renta 4, ha mantenido su recomendación como «en revisión», esperando que alguno de estos problemas se resolviera, pero de momento estos siguen allí.
A estos se suma, por supuesto, la sanción de Renfe sobre el fabricante por el retraso en la entrega de los Avril, necesarios para que la ferroviaria estatal española pudiese operar la ruta que conecta Madrid y Galicia. No solo es una ruta importante en España, sino que es clave para la estatal, precisamente por qué es una de las pocas rutas de ese nivel donde la empresa mantiene su monopolio tras la llegada de Ouigo e Iryo al mercado local.

Aun así, desde el banco señalan que han sido más continuistas que pesimistas. «Hemos reflejado un escenario relativamente continuista (hemos incorporado el nuevo pedido en firme con Flix, pero no hemos modificado los actuales) con un menor ritmo de ejecución y menor margen a corto plazo», sentencian.
BANKINTER RECUERDA QUE TALGO NO SABE QUÉ OCURRIRÁ EN SU PROPIO FUTURO
Lo cierto es que la decisión de Talgo de retirar sus propias predicciones sobre los datos de 2025 ha generado más dudas sobre su futuro inmediato que cualquier otro dato. «La retirada de las guías para el año pone de manifiesto la falta de visibilidad. Nuestras estimaciones no incorporan reducciones, cambios o retrasos relevantes en los contratos actuales, que podrían dar lugar a nuevas revisiones a la baja», se lee en el informe presentado por Bankinter a los accionistas.
Lo cierto es que los retrasos en las entregas de Talgo no solo son esperados, sino que realmente parecen inevitables. La empresa sigue sin tener un socio industrial que evite que se sigan atrasando sus entregas, y además siguen sumando nuevos pedidos de trenes y mantenimiento, después de todo no tienen demasiadas opciones si quieren salir del agujero de pérdidas en el que han caído en los últimos años. Es un callejón sin salida evidente, pero a la espera de su nuevo socio solo pueden seguir avanzando contra la pared.
El resto del año será interesante para el fabricante. Lo cierto es que los resultados del segundo trimestre deberían ser mejores gracias al acuerdo con FlixTrain, sin embargo, la sensación de que sin un nuevo socio que resuelva su crisis industrial, cada uno de estos acuerdos, incluso si sirve como un bálsamo temporal antes de que se retrase su entrega. Se suma que en el caso del nuevo acuerdo en Alemania, si no se entrega la primera tanda de 30 trenes, puede retirarse el pedido de los otros 35, y puede reducirse el ingreso por el nuevo acuerdo.
EL KNOW HOW DE TALGO SIGUE SIENDO VALIOSO
En cualquier caso, si Talgo necesita una buena noticia es que sigue siendo la única opción para la segunda etapa de la liberalización de la alta velocidad española. Es que a pesar del retraso en la entrega de sus Avril estos siguen siendo los únicos trenes en el mercado que funcionan en las rutas con ancho variable. De momento ninguno de sus competidores internacionales se ha lanzado a la aventura de fabricar su versión y todavía la opción de CAF, su Oaris, es un prototipo.
La realidad es que este dato sigue siendo lo suficiente para pensar que hay una luz al final del túnel. De momento el acuerdo con Sidenor es la primera clave, y lo esperado es que se firme este mismo mes, al menos según el gobierno del País Vasco.