En la noche del jueves, los seguidores de La Promesa se pararon la respiración en uno de los capítulos más impactantes de la serie. Casi tres meses después de aquel trágico momento que supuso la muerte de Jana, la cadena pública volvía a cargar con otro fallecimiento que conmociona por su dramatismo: Eugenia Luján, a la que da vida Alicia Moruno, se despide con lo que es una escena de tragedia, justicia y redención. Aqualo, la despedida forzada de la siguiente de Petra, que a estas alturas de la historia ya fue interpretado por Marga Martínez, la señora de la casa, recibiendo su marcha del palacete en un mar de acusaciones y amenazas.
2UNA VILLANA CAÍDA EN DESGRACIA

«Lo pagarán, todos». Con esta afirmación, Petra salió del palacio de La Promesa tras ser acusada de controlar la excomunión del padre Samuel. Su despido, que fue decidido por Catalina y llevado a cabo por Rómulo, no era solo un despido, sino también una humillación pública para quien fue una de las grandes villanas de la serie. Petra fue desde el primer momento un personaje enrevesado: rigurosa, concienzuda, leal solo a sus fines. Su relación con el resto de los habitantes del palacete fue siempre tensa, eso sí, su legado era innegable.
Acusada sin opción a defensa, su marcha deja un vacío de poder en la servidumbre y, simultáneamente, deja la sensación de una deuda que, en un tiempo u otro, volverá a cobrar. Marga Martínez, la intérprete de Petra, ha hecho de un personaje secundario insoslayable, que no era solo una villana, sino la superviviente de un mundo donde la fidelidad se compra, o la verdad se elige. Su despedida, envenenada por el rencor, puede dar pie a nuevas tramas, en especial si finalmente decide volver para saldar cuentas.
Su expulsión no solo impacta la dinámica de servicio, sino que destruye a Catalina al barrer a una de sus más feroces defensoras. Sin Petra, el control sobre los criados podría tambalearse, ser el caldo de cultivo para más insurrecciones. De modo que su conocimiento de los secretos de la familia Luján podría transformarse en una amenaza latente.
Los guiños a su regreso no han pasado desapercibidos entre algunos fans, que especulan en el sentido de que Petra podría aliarse con otros enemigos de la familia Luján, como el misterioso Lissandro, para trazar su venganza. Algo que nos ha enseñado La Promesa es que nadie desaparece para siempre, y menos aún alguien que acumula tanto rencor.