sábado, 7 junio 2025

‘Sueños de Libertad’: Digna cancela la boda y Raúl ahoga sus penas en la cantina

El amor, la traición y los secretos se confunden en un nuevo explosivo capítulo de Sueños de Libertad. Lo que parecía ser el día más feliz de la vida de Digna se convierte en una pesadilla cuando irrumpe el destino con severidad. La joven cancela su boda, y Raúl se ahoga en el alcohol incapaz de soportar el dolor de perder a María. Pero no es solamente una historia de corazones desgarrados, el accidente de María suscita sospechas, enfrentamientos, revelaciones que pueden cambiar para siempre la historia de los De la Reina.

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UNA BODA CANCELADA

El amor, la traición y los secretos se entrelazan en un nuevo y explosivo capítulo de Sueños de Libertad. Lo que parecía el día más feliz en la vida de Digna se convierte en una pesadilla cuando el destino interviene con crudeza. Mientras la joven cancela su boda, Raúl se hunde en el alcohol, incapaz de soportar el dolor de perder a María. Pero no es solo una historia de corazones rotos: el accidente de María despierta sospechas, enfrentamientos y revelaciones que podrían cambiar para siempre el rumbo de los De la Reina.
Fuente: Atresmedia

El capítulo de Sueños de Libertad empieza con una escena que tenía todas las posibilidades de ser muy emotiva: Teo y Julia han pensado en un regalo para Digna, pero es un regalo que llena el corazón, la expresión del sentido de pertenencia familiar que han alcanzado los Merino. Y de pronto la felicidad se corta, la decisión de una llamada desesperada de Damián hace variar la tristeza. Luz y Luis están a punto de salir para la iglesia cuando se ven empujados a ir a casa de los de la Reina, porque María ha caído, a raíz de un accidente que se dice que es misterioso, en un estado de inconsciencia.

Digna, ajena al estado en que se encuentra todo, está en el altar con múltiples sensaciones de ilusión, nervios, etc.; sino que cuando Joaquín y Gema le cuentan el misterio de las ausencias de su familia, algo en ella se quiebra. Así mismo don Pedro espera, pero el deseo de que la ceremonia empiece para él es más rabioso, hay un hombre enfadado que sólo quiere obtener de su voluntad lo que le interesa.

Pero Digna no cede: «No me casaré si mi familia no está», grita a boca de jarro, y desafía al hombre que ha manipulado su vida, el que dejó que su familia se mantuviera lejos de la sala de bodas, con el fin de que quiera fácilmente hacer su voluntad; la que ha dejado caer su relación al verte abandonada. La escena de la iglesia se convierte en un verdadero y auténtico duelo de miradas desbordadas de significados. Los invitados suspiran, incómodos, y Don Pedro intenta mantener las apariencias con una sonrisa forzada que, en vano, intenta disfrazar su ira.

Por primera vez Digna da el salto a convertirse en un personaje fuerte, decidida a enfrentarse a las imposiciones sociales a las que ha vivido sometida. El regreso de Luis con la noticia del accidente se constituye en el detonante de la acción. La voz de Luis que tiembla al narrar lo acontecido, hace que el ambiente se torne aún más enrarecido. Digna, pálida y deseosa, toma entonces la decisión más importante de su vida: suspender la boda. En ese momento no se está limitando a rechazar a Don Pedro, está rechazando al futuro que él había proyectado para ella.

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