sábado, 7 junio 2025

Repsol confía en la OPEP+ para suplir el crudo venezolano

Repsol asume que la revocación de la licencia estadounidense para operar en Venezuela se traducirá en una disminución de su producción petrolera, a menos que la coyuntura política en la región dé un giro de 180 grados. La compañía, no obstante, cree que las adiciones de oferta del grupo de países exportadores de petróleo OPEP+ deberían ser de ayuda en este aspecto.

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Antonio Lorenzo, CFO de Repsol, se expresó en estos términos el pasado martes en la edición 2025 de la Conferencia Global de Energía, Energía Eléctrica e Infraestructura de RBC Capital Markets.

Repsol produce 65.000 barriles equivalentes al día (bpd), de los cuales entre 52.000 y 53.000 barriles corresponden a gas y el resto a petróleo. Tras la expiración de la licencia otorgada por Washington el 27 de mayo, Repsol ya no tiene la operación directa de los activos petroleros venezolanos, habiendo sido ésta transferida a la empresa estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA).

Antonio Lorenzo, CFO de Repsol, afirmó que el escenario base de Repsol es que la producción de hidrocarburos disminuirá si persiste el bloqueo estadounidense a venezuela

Lorenzo afirmó que el escenario base de Repsol es que la producción disminuirá si la situación persiste, dado que PDVSA no tendrá acceso a muchos proveedores externos de servicios debido a las restricciones impuestas por el Gobierno de los Estados Unidos.

La petrolera española ha puesto sus esperanzas en el aumento de producción decretado por la OPEP+, grupo formado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y su ‘círculo exterior’, encabezado por Rusia.

El sábado pasado, la OPEP+ decidió incrementar el flujo de crudo que inyecta en el mercado. La organización anunció su intención de acelerar sus planes de aumento de producción, entregando 411.000 barriles diarios de petróleo (bpd) al mercado en julio.

LA INCIERTA SITUACIÓN DE REPSOL EN VENEZUELA

El martes 27 de mayo expiró el ultimátum que el Gobierno de Donald Trump había dado a las petroleras de todo el mundo para que abandonasen sus actividades en Venezuela.

Repsol es una de las muchas petroleras occidentales afectadas por la decisión tomada por la Administración Trump, justificada en las presuntas prácticas antidemocráticas del Gobierno venezolano liderado por Nicolás Maduro.

La petrolera que dirige Josu Jon Imaz ve así revocada la licencia concedida por la Administración de Joe Biden para continuar con sus actividades en el país sudamericano, lo que podría acarrearle fuertes perjuicios en su negocio estadounidense si decide seguir operando en el país sudamericano.

en tres décadas de presencia en venezuela, repsol ha acumulado una fuerte cartera de activos en el país, llegando a emplear a 131 personas y gestionando importantes yacimientos de hidrocarburos

A través de las licencias, EEUU puede imponer restricciones que limiten actividades clave como la exploración, producción o comercialización de petróleo y gas, afectando directamente a la capacidad operativa de las empresas. 

Repsol llegó a Venezuela en 1993. En estas tres décadas, ha acumulado una fuerte cartera de activos en el país, llegando a emplear a 131 personas y gestionando importantes yacimientos de hidrocarburos, como el Proyecto PerlaQuiriquire GasPetroquiriquire (participada por Repsol en un 40%) y Petrocarabobo.

A este bagaje hay que sumar el último gran avance de la energética dirigida por Josu Jon Imaz en la región: un prolongado período de negociaciones fructificó en un acuerdo con PDVSA para ampliar el área geográfica de la empresa mixta Petroquiriquire. Con este negocio, Repsol calculaba que su producción en el país se duplicaría, hasta llegar a los 20.000 barriles de crudo al día. En total, se estima que el patrimonio de Repsol en el país supera los 500 millones de euros.

VENEZUELA O EEUU, EL DILEMA QUE REPSOL QUIERE EVITAR

Repsol se encuentra, pues, en una dura encrucijada: si decide desafiar a EEUU y seguir extrayendo petróleo venezolano, Washington responderá imponiendo restricciones a su actividad en Estados Unidos. Y el negocio de la energética española allí también tiene un gran peso en sus balances: la compañía tiene 800 empleados allí y un negocio de upstream de 190.000 barriles equivalentes de petróleo al día; además, opera cerca de dos gigavatios (GW) de energía solar.

Tener que renunciar a uno de los dos mercados es un escenario que Repsol quiere evitar a toda costa, así que Imaz ha activado el modo diplomático: el CEO ha aprovechado su presencia en la Alaska Sustainable Energy Conference para reunirse con Chris Wright, Secretario de Energía de Estados Unidos.


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