domingo, 8 junio 2025

Meta se va a la guerra

Meta, la matriz de las redes sociales más exitosas del planeta, Facebook, Instagram y la app de mensajería instantánea WhatsApp, ha decidido meterse en el negocio de la tecnología de la defensa, que no siempre es para defenderse y sí para atacar. Por si Mark Zuckerberg y su compañía no habían mostrado en los últimos meses suficiente giro ideológico en sus políticas empresariales, ahora se une al negocio de la guerra, precisamente de moda debido a los sangrientos conflictos que se mantienen en Ucrania en en Gaza. Mediante un acuerdo con la compañía Anduril, crearán un casco con IA y funciones de realidad virtual y aumentada para los soldados norteamericanos.

Publicidad

Así lo ha hecho público el director de tecnología y responsable de Reality Labs en Meta, Andrew Bosworth, quien ha reconocido que la «situación ha cambiado» en Silicon Valley y ha hecho que sea más aceptable para la industria tecnológica apoyar los esfuerzos del ejército estadounidense. Sí que desde hace ya bastante tiempo el «buenismo» de los proyectos tecnológicos del valle de oro cercano a San Francisco veía como la industria de la defensa y de la guerra movía dinero a espuertas mientras implementaba nuevas tecnologías en sus productos y servicios.

Al parecer, existía una «mayoría silenciosa» que quería llevar adelante proyectos de defensa, y el directivo de Meta lo ha reconocido en un reciente entrevista concedida durante la reciente cumbre Bloomberg Tech celebrada precisamente en la cuarta ciudad más grande de california, pero la primera del mundo en concentración de grandes empresas tecnológicas.

Bosworth, de Meta, se ha soltado la lengua y ha afirmado que «hay un fundamento patriótico mucho más fuerte del que creo que la gente atribuye a Silicon Valley», y recordó que el vallese fundó sobre la base del desarrollo militar

Allí, Bosworth se ha soltado la lengua y ha afirmado que «hay un fundamento patriótico mucho más fuerte del que creo que la gente atribuye a Silicon Valley», y recordó que el famoso valle, considerado la capital mundial de la tecnología, se fundó sobre la base del desarrollo militar y según lo ven desde Meta «existe una larga historia aquí que esperamos retomar», aunque reconocen que no será de manera inmediata, pero el camino ya se ha comenzado a andar, y el directivo lo denominó como un «regreso a la gracia.

Según ha reconocido, «el mundo está entrando en una nueva era informática que brindará a las personas acceso a inteligencia ilimitada y ampliará sus sentidos y percepción de maneras nunca antes posibles. Nuestra seguridad nacional se beneficia enormemente de que la industria estadounidense dé vida a estas tecnologías«.

Bosworth es uno de los líderes más visibles de la compañía. Tras desempeñar diversos puestos relacionados con la ingeniería durante las últimas dos décadas, ahora supervisa la unidad Reality Labs del gigante de las redes sociales. Su equipo se centra en dispositivos de realidad virtual y aumentada, como las gafas Ray-Ban Meta y las gafas Quest VR.

Meta se va a la guerra
El director de tecnología de Meta, Andrew Bosworth, ju8nto al CEO y fundador de la compañía, Mark Zuckerberg. Fuente: Meta

META SE UNE YA A COMPAÑÍAS DE DEFENSA

Meta anunció la semana pasada una nueva alianza con la contratista de defensa Anduril Industries para juntas desarrollar productos para el ejército estadounidense. Entre otros dispositivos pensados para la guerra, Meta y Anduril diseñarán, construirán y desplegarán una gama de productos XR integrados que proporcionan a los combatientes una percepción mejorada y permiten un control intuitivo de plataformas autónomas en el campo de batalla. Caber recordar que precisamente Palmer Luckey, cofundador de Anduril, fue también cofundó Oculus VR, la empresa de gafas de realidad virtual que vendió a Meta en 2014.

Entre estos desarrollos prevén poner en las cabezas de los soldados un casco con inteligencia artificial y funciones de realidad virtual y aumentada, lo que según el medio estadounidense Core Memory será un «casco militar estilo ciencia ficción» llamado «Eagle Eye». El mismo directivo de Anduril ha reconocido que es «lo que todos siempre han querido» y reconoció que a su diseño para el ejército «les han puesto diferentes nombres: gafas de Call of Duty. Ya sabes, el casco de Halo», y que en realidad se trata de ideas antiguas para la guerra, que sólo recientemente se ha vuelto tecnológicamente viables.

Anduril y Meta ya han presentado conjuntamente un informe técnico para SBMC Next, anteriormente IVAS Next. Desde la renovación del contrato original del IVAS (Sistema Integrado de Aumento Visual) de Microsoft a Anduril, el Ejército ha logrado avances significativos en la transición del IVAS al Mando de Misión a bordo del Soldado, desde su concepto hasta su capacidad demostrada y probada por soldados, optimizando las operaciones, acelerando los plazos de entrega y reduciendo los costos. Las actualizaciones de software, que antes tardaban 180 días, ahora llegan al terreno en menos de 18 horas, y los auriculares IVAS integrados en Lattice se encuentran actualmente en fase de prueba, según indican en la compañía de defensa.

para agradar a Donald trump, En noviembre ya cambió sus criterios de «uso aceptable» para que sus grandes modelos de inteligencia artificial en lenguaje pudieran ser utilizados por contratistas militares estadounidenses

Mark Zuckerberg ha reconocido que le enorgullece «colaborar con Anduril para llevar estas tecnologías a los militares estadounidenses que protegen nuestros intereses tanto en el país como en el extranjero«.

Hay que recordar que Meta ha registrado un cambio de 180 grados en sus políticas éticas. En noviembre ya cambió sus criterios de «uso aceptable» para que sus grandes modelos de inteligencia artificial en lenguaje pudieran ser utilizados por contratistas militares estadounidenses. En enero, cuando Mark Zuckerberg asistió a la toma de posesión como presidente de lo EE.UU de Donald Trump, tras haber donado un millón de dólares para la organización de la investidura, y haberse reunido con el presidente electo en varias ocasiones después de que ganara las elecciones.

El CEO de Meta le ha pedido a cambio al presidente que fuerce a la Unión Europea a dejarle en paz con su regulaciones sobre lo que puede hacer o no con la privacidad de los datos de sus redes sociales. El acercamiento de Mark hacia las políticas de Trump no son una cuestión ideológica, según sus directivos y allegados, que insisten en que lo hace «por el bien de la empresa y de la innovación tecnológica».

Pero lo cierto es que este padre de dos hijas de las que presume en Instagram ha permitido que sus empresa abandone las políticas de diversidad que tanto le disgustan a Trump y ha despedido a los reguladores de contenidos en español que trabajaban desde Barcelona a través de una subcontrata.

Los valores de Meta han dejado de ser políticamente correctos desde que Trump asumió su cargo de presidente, con claras tendencias vengativas ante quienes no se pliegan a su visión política. Y eso que a Meta no le han venido bien ni las políticas arancelarias del presidente, ni su falta de apoyo en las demandas que enfrenta en EE.UU. la compañía (por ejemplo, de antimonopolio), ni tampoco le han quitado de encima la competencia de TikTok, todo ello porque Trump va a hacer lo que le dé la gana tanto si a Zuckerberg le viene bien o mal, por mucho que se haya arrodillado en el despacho oval.


Publicidad