El verano ya asoma en el calendario y, con él, la eterna preocupación por cómo mantener la casa fresca sin que la factura de la luz se dispare hasta la estratosfera. Muchos creen que resignarse a pasar calor o a pagar un dineral son las únicas opciones, pero la realidad es que existen estrategias inteligentes, a menudo pasadas por alto, que pueden marcar una diferencia sustancial. No se trata de magia, sino de aplicar un poco de sentido común y conocer algunos trucos que los expertos llevan tiempo recomendando, pero que no siempre llegan al gran público con la claridad necesaria.
La búsqueda de ese confort térmico durante los meses estivales no tiene por qué convertirse en una sangría económica, y es posible disfrutar de un ambiente agradable en el hogar sin llevarse las manos a la cabeza al ver el recibo eléctrico. Lejos de soluciones complejas o inversiones desorbitadas, los consejos más efectivos suelen ser los más sencillos, aquellos que combinan la eficiencia energética con un uso racional de los aparatos de climatización. Este verano, prepárate para descubrir cómo cambiar el panorama.
5MÁS ALLÁ DEL TERMOSTATO: TRUCOS ADICIONALES PARA UN VERANO FRESCO Y ECONÓMICO

Además de optimizar el uso del aire acondicionado y los ventiladores, existen otras medidas complementarias que contribuyen a mantener la vivienda más fresca y a reducir la necesidad de climatización artificial. Una de las más efectivas es controlar la radiación solar directa, bajando persianas, corriendo cortinas o utilizando toldos durante las horas de mayor incidencia del sol, especialmente en las ventanas orientadas al este y al oeste. Esta simple acción puede reducir la temperatura interior en varios grados, disminuyendo la carga de trabajo de los aparatos de frío.
Asimismo, ventilar la casa durante las horas más frescas del día, como a primera hora de la mañana o por la noche, ayuda a renovar el aire y a expulsar el calor acumulado. Durante el resto del día, es conveniente mantener puertas y ventanas cerradas para conservar el frescor. También es recomendable evitar el uso de electrodomésticos que generen mucho calor, como el horno o la plancha, durante las horas centrales del día. Pequeños gestos que, sumados, **contribuyen a un ahorro energético global y a un *verano* mucho más llevadero y sostenible para nuestro bolsillo.