El verano ya asoma en el calendario y, con él, la eterna preocupación por cómo mantener la casa fresca sin que la factura de la luz se dispare hasta la estratosfera. Muchos creen que resignarse a pasar calor o a pagar un dineral son las únicas opciones, pero la realidad es que existen estrategias inteligentes, a menudo pasadas por alto, que pueden marcar una diferencia sustancial. No se trata de magia, sino de aplicar un poco de sentido común y conocer algunos trucos que los expertos llevan tiempo recomendando, pero que no siempre llegan al gran público con la claridad necesaria.
La búsqueda de ese confort térmico durante los meses estivales no tiene por qué convertirse en una sangría económica, y es posible disfrutar de un ambiente agradable en el hogar sin llevarse las manos a la cabeza al ver el recibo eléctrico. Lejos de soluciones complejas o inversiones desorbitadas, los consejos más efectivos suelen ser los más sencillos, aquellos que combinan la eficiencia energética con un uso racional de los aparatos de climatización. Este verano, prepárate para descubrir cómo cambiar el panorama.
3VENTILADORES DE TECHO: EL ALIADO INESPERADO (Y ECONÓMICO) DE TU VERANO

Aunque a menudo subestimados frente a la potencia del aire acondicionado, los ventiladores de techo son una herramienta formidable para combatir el calor y, lo que es más importante, para reducir la factura de la luz. Su consumo energético es notablemente inferior al de un sistema de climatización, pudiendo ser hasta un 90% más eficientes en términos de gasto eléctrico. Su función principal no es enfriar el aire, sino moverlo, generando una brisa que produce una sensación de frescor de entre 3 y 5 grados menos sobre la piel.
La verdadera magia de los ventiladores de techo se desata cuando se utilizan como complemento al aire acondicionado. Al generar esa corriente de aire, permiten que podamos programar el termostato del aire acondicionado a una temperatura superior (esos 24-26 grados recomendados) y aun así sentirnos cómodos. Esta combinación inteligente es una de las estrategias más efectivas para optimizar el consumo durante el verano, aprovechando lo mejor de cada tecnología sin que el recibo se resienta.