El Festival de Eurovisión 2025 ha terminado, pero la polémica está lejos de apagarse. El televoto, ese componente decisivo que puede cambiar por completo el rumbo de una final, ha vuelto a estar en el centro del huracán. Esta vez, el malestar ha llegado desde RTVE, que ha alzado la voz ante lo que considera irregularidades y falta de transparencia.
En respuesta, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha tomado cartas en el asunto y ha contratado a Ernst & Young (EY), una de las auditoras más reconocidas del mundo, para examinar el sistema de votación. La medida no ha pasado desapercibida. Esta decisión busca restaurar la confianza no solo entre los países participantes, sino también en una audiencia cada vez más crítica y atenta. ¿Qué está pasando realmente en Eurovisión? ¿Por qué RTVE está tan molesta? ¿Y qué puede significar esta auditoría para el futuro del festival?
3Las quejas de RTVE: más allá del televoto

Aunque la queja principal gira en torno al televoto, RTVE también ha planteado otras cuestiones relevantes que están relacionadas con la dirección que está tomando el festival.
1. Participación de Israel en el Festival
López reveló que la UER se ha comprometido a reflexionar sobre la participación de Israel, un país que ha sido foco de críticas por su posición en el conflicto de Gaza. La segunda posición obtenida por el país hebreo ha sido vista por muchos como una recompensa injustificada, lo que ha generado una ola de malestar entre varios sectores del público y de las delegaciones participantes.
2. Interferencias externas y patrocinadores polémicos
El presidente de RTVE también ha solicitado que se adopten medidas más fuertes contra interferencias externas, refiriéndose a presiones políticas, sociales o económicas que puedan condicionar el certamen. Además, ha propuesto reforzar la independencia del festival respecto a sus patrocinadores, haciendo mención directa a Moroccanoil, una empresa de cosméticos de origen israelí.
Este punto es especialmente delicado, ya que la influencia de los patrocinadores es cada vez más visible en los grandes eventos internacionales, y Eurovisión no es una excepción.