La forma en que te despiertas por la mañana puede marcar la diferencia entre un día eficiente y uno lleno de frustraciones. Si presionas varias veces el botón de repetición o te levantas con la cabeza aún aturdida, el resto de la jornada se convierte en un reto. Para evitarlo, es fundamental establecer hábitos que faciliten el despertar con energía y claridad mental.
En este artículo descubrirás qué prácticas debes evitar al despertar para no arruinar tu productividad, tu ánimo y tu salud. Cada gesto cuenta: desde la exposición a la luz hasta el tiempo frente a la pantalla. Toma nota para que tu despertar se convierta en el mejor momento del día y puedas aprovechar al máximo cada hora que sigue.
4Comenzar el día sin estiramientos genera rigidez matinal

Permanecer inmóvil después de despertar hace que los músculos y las articulaciones se sientan rígidos. Unos minutos de movimientos suaves, como estiramientos básicos, activan la circulación sanguínea y ayudan a que el cuerpo pase de la inactividad al modo activo de forma gradual.
Si omites este paso, puedes sentir dolores musculares y una sensación de pesadez que te acompañará todo el día. Adoptar una rutina de estiramientos al despertar beneficia la postura, reduce la tensión y… te prepara mentalmente para afrontar cualquier tarea con mayor dinamismo.