jueves, 5 junio 2025

‘Sueños de Libertad’: Begoña sigue con un estado de nervios constante y la Guardia Civil pisándole los talones

La verdad no se va a descansar nunca en «Sueños de libertad», donde todos los personajes tienen un secreto que pueden llegar a deshacer vidas. La entrega más reciente del programa a la serie ya ha destapado una red de mentiras, dudas y decisiones que no tiene marcha atrás, que apuran hasta el último hilo de la trama.

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Begoña vive atrapada, límites el miedo, Andrés cruza con María un punto de no retorno, y el sargento Pontón avanza en una investigación que puede destapar un crimen que está bajo una capa de silencio en el pueblo. En este pueblo, la libertad no es más que una ilusión, porque el pasado tiene un peso muy fuerte.

ENTRE EL MIEDO Y LA CULPABILIDAD

Sueños de Libertad': Begoña sigue con un estado de nervios constante y la Guardia Civil pisándole los talones
Fuente: Atresmedia

La angustia de Begoña en Sueños de Libertad acompaña su respiración, la angustia de quien sabe que cada paso que da puede ser el último, consecuencia de un tropezón. La vigilancia de la Guardia Civil le aprieta la garganta, la presión la ahoga, y sostiene a Luz con quien puede dejar todo correr, quien le escucha sus miedos sin juzgarla, pero en un pueblo en el que todos callan sus secretos, la confianza es un lujo que a la vez puede traer problemas.

El sargento Pontón no para en su intento ni cede en su interrogatorio y, con el mismo, la opción de que ella llegue a la cárcel se va concretando cada vez más. La posibilidad de que ella misma sea la detenida no es lo que más la atormenta, sino que tiene toda la duda de si es otra la que está tirando del hilo. La María que ha hecho una denuncia anónima, ha puesto en evidencia que los peligros no siempre llegan desde el lugar esperado.

Mientras Pontón ha señalado a Pedro para determinar su autoría respecto a esa llamada, Begoña está muy pendiente de cuántas traiciones tiene por delante. En este juego de acusaciones la verdad duele más que la mentira. Las noches son lo peor que le puede pasar. En la oscuridad de su habitación, cada ruido es un sobresalto para ella: ¿será la Guardia Civil llamando a su puerta? ¿O el viento que arroja una ventana mal cerrada?

El insomnio ha pasado a ser su mejor amigo, y sus sueños siempre traen, como sombras, a alguien que la persigue. Luz intenta calmarla, y ni las palabras de consigo la logran liberar del lastre de la culpa que, seguramente, o no, la consume por dentro. Su única esperanza es pensar que Pontón está indagando y que encontrará al verdadero culpable.

EL PRECIO DE UNA DECISIÓN IRREVERSIBLE

EL PRECIO DE UNA DECISIÓN IRREVERSIBLE
Fuente: Atresmedia

Andrés ha alcanzado un punto en Sueños de Libertad en el que el amor se ha convertido en una cicatriz; la noticia de que la culpable de haberla denunciado es María hace de detonante y ya no hay vuelta atrás. La decisión de dar un paso tan arriesgado no es un acto de rabia, sino la última frontera de un hombre cansado de ser manejado por el amor que ha decidido nunca se vuelve a tener. Su ruptura con María no sólo significa terminar con una relación, sino que se convierte en una declaración de guerra silenciosa.

María, por su parte, no parece ser consciente hasta dónde llegan sus actos. Para ella, ha sido todo un juego; para Andrés, lo que nunca se perdona. Raúl, ahogado por el desprecio que siente por María, representa lo que Andrés podía haber sido: un hombre estrellado por la ira del despecho. Pero Andrés decide que no quiere el camino del despecho, sino el de la acción a pesar de que ello le haga caer en un abismo que no podría salir nunca.

Precisamente así se mueve Andrés ahora, con frialdad, con calculadora determinación. No hay gritos, no hay llantos, solo decisiones tomadas con la seguridad de la persona que no tiene nada que perder, porque ya ha perdido todo. María intenta justificarse, pero sus palabras ya no tienen eco. Los cuerpos han cambiado, lo que fue pasión ahora es desprecio; lo que fue complicidad ahora es distancia.

Y entre ellos, en ese silencio, poco a poco se va dibujando la imagen del final de algo que quizás jamás existió. Lo que más duele no es la traición sino, más bien, darse cuenta de que nunca lo conoció de veras. Andrés pensaba que tenía a María de su lado, pero ahora lo ve con claridad, solo formaba parte del tablero de Pedro. Y si hay algo que no puede soportar, es que lo utilicen. Su siguiente movimiento puede cambiarlo todo, y no habrá vuelta atrás.

LAS APARIENCIAS EN SUEÑOS DE LIBERTAD

LAS APARIENCIAS EN SUEÑOS DE LIBERTAD
Fuente: Atresmedia

Pedro mantiene la sonrisa, las grietas comienzan a apreciarse en la máscara, a medida que se aproxima la boda con Digna, busca los pasos de cada uno. Para ello, trata de desbancar a Tasio al frente de su empresa y pone a Joaquín en su lugar, pero solo hay que tener mucho cuidado, porque el poder absoluto descompone y el único capaz de asumirlo es Pedro, cosa que sucede con Digna, con su desbordamiento, pero que amenaza con contarlo todo y que podría ser la sentencia.

La sombra de la duda ya ha llegado a Pontón, y aunque no hay pruebas, el sargento Pontón nunca es un hombre que se pare en la sombra, Pedro juega a ser una especie de intocable, pero en el juego de la culpa, al final, se puede perder, también los reyes. Irene intenta avisar a su hermano, sin darse cuenta de que el verdadero peligro no es Digna, sino el hombre que tiene a la inmensa mayoría del pueblo con ello; cuando el miedo cambia de bando, la caída es sólo cuestión de tiempo.

Lo que Pedro no previó es que Digna, tan sumisa como siempre, pudiera convertirse en su peor pesadilla. Sus ojos ya no tienen la candidez de antes, han empezado a reflejar otro tipo de emociones: el destello del que renuncia a tener miedo. Y eso es sumamente peligroso para un hombre cuya grandeza se ha edificado sobre el miedo ajeno a través de los años.

La boda debía considerar su gloria, pero cada vez es más un sentimiento de funeral. La preparación de la ceremonia está muy avanzadas, sin embargo, la memoria se deja escuchar entre los invitados: algo no cuadra. Y cuando Pontón decida interrogar a Górriz, el último eslabón de su cadena, Pedro podría estar cara a cara con la justicia que ha eludido a lo largo de siglos; porque nadie es intocable eternamente.


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