domingo, 8 junio 2025

Las empresas no lo suelen tener en cuenta, pero este activo intangible debe ser prioritario para lograr el éxito

Cuando pensamos en los factores que determinan el éxito de las empresas, solemos hablar de las ventas, la productividad, la innovación o incluso del liderazgo. Pero hay un elemento que se mantiene oculto a simple vista, aunque tiene un impacto directo en cada uno de esos pilares: la reputación corporativa de las empresas.

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Y sí, aunque suene a algo abstracto, lo cierto es que una buena reputación puede hacer despegar un negocio… y una mala, hundirlo sin que nadie lo vea venir. En pleno 2025, la reputación no es solo una moda pasajera o un detalle de relaciones públicas. Es un activo intangible fundamental, que afecta a cómo te ven tus clientes, tus empleados, tus inversores y toda la sociedad.

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¿Y cuáles son los grandes enemigos de la reputación de las empresas?

Fuente: Freepik Premium

No todo es positivo en este camino. Existen amenazas que, si no se gestionan a tiempo, pueden poner en jaque la reputación de cualquier empresa, por muy sólida que parezca.

  • El greenwashing: prometer compromisos sostenibles sin acciones reales es un error muy común. Hoy, los consumidores están más informados y detectan rápido los intentos de «lavado verde».
  • Las crisis de comunicación: desde una mala atención al cliente en redes hasta un escándalo público. La rapidez con la que se responde y la transparencia son clave para no perder credibilidad.
  • La falta de coherencia: si una empresa predica unos valores y actúa de forma contraria, la confianza se rompe, y recuperarla no es tarea fácil.

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