Cuando pensamos en los factores que determinan el éxito de las empresas, solemos hablar de las ventas, la productividad, la innovación o incluso del liderazgo. Pero hay un elemento que se mantiene oculto a simple vista, aunque tiene un impacto directo en cada uno de esos pilares: la reputación corporativa de las empresas.
Y sí, aunque suene a algo abstracto, lo cierto es que una buena reputación puede hacer despegar un negocio… y una mala, hundirlo sin que nadie lo vea venir. En pleno 2025, la reputación no es solo una moda pasajera o un detalle de relaciones públicas. Es un activo intangible fundamental, que afecta a cómo te ven tus clientes, tus empleados, tus inversores y toda la sociedad.
4El liderazgo responsable: mucho más que dirigir equipos

No es casualidad que el liderazgo responsable esté ganando protagonismo entre las prioridades empresariales. Liderar con ética, desde la transparencia y con sensibilidad hacia los cambios sociales, es hoy una exigencia.
En cifras: el 56,5% de los profesionales considera que el liderazgo responsable será un factor decisivo en el futuro inmediato. Un líder que comunica de forma clara, escucha a sus equipos y actúa con integridad, construye una cultura fuerte y, por tanto, una reputación positiva desde dentro.