Cuando pensamos en los factores que determinan el éxito de las empresas, solemos hablar de las ventas, la productividad, la innovación o incluso del liderazgo. Pero hay un elemento que se mantiene oculto a simple vista, aunque tiene un impacto directo en cada uno de esos pilares: la reputación corporativa de las empresas.
Y sí, aunque suene a algo abstracto, lo cierto es que una buena reputación puede hacer despegar un negocio… y una mala, hundirlo sin que nadie lo vea venir. En pleno 2025, la reputación no es solo una moda pasajera o un detalle de relaciones públicas. Es un activo intangible fundamental, que afecta a cómo te ven tus clientes, tus empleados, tus inversores y toda la sociedad.
2Datos que confirman esta paradoja

Según el informe Approaching the Future 2025 de Corporate Excellence, el 61,1% de las empresas considera la reputación como su activo intangible más valioso. Pero aquí viene lo sorprendente: solo el 47% invierte de forma directa en su gestión.
Es decir, se reconoce su valor, pero no se actúa en consecuencia.