sábado, 7 junio 2025

Se llama ‘cuello tecnológico’ y te está pasando factura: 4 ejercicios sencillos para aliviar la tensión y corregir tu postura

El cuello tecnológico se ha convertido, casi sin darnos cuenta, en una dolencia silenciosa pero persistente en nuestra sociedad hiperconectada. Esa inclinación constante de cabeza para mirar la pantalla del móvil, la tableta o el portátil, gesto que repetimos decenas, ¡qué digo!, cientos de veces al día, está pasando una factura considerable a nuestra salud cervical. No es una dolencia de ciencia ficción, sino una realidad palpable que afecta a un porcentaje cada vez mayor de la población, independientemente de la edad, aunque con especial incidencia en quienes pasan largas jornadas frente a dispositivos electrónicos, generando una tensión que, de no atajarse, puede derivar en problemas más serios

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La cuestión es que esta postura antinatural, mantenida durante periodos prolongados, somete a las vértebras cervicales y a la musculatura circundante a un estrés para el que no están diseñadas. Piénsalo, la cabeza humana pesa entre cuatro y cinco kilos, y por cada centímetro que la inclinamos hacia adelante, la presión sobre la columna cervical se multiplica exponencialmente. Es como llevar una mochila invisible cada vez más pesada. La invitación, por tanto, no es a demonizar la tecnología, sino a tomar conciencia de sus efectos y aprender a mitigarlos antes de que el malestar se cronifique y afecte seriamente nuestra calidad de vida.

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¡A MOVER EL ESQUELETO!: EJERCICIO 1 Y 2 PARA DESAFIAR AL `CUELLO TECNOLÓGICO`

Fuente Pexels

El primer ejercicio que podemos incorporar a nuestra rutina para combatir el cuello tecnológico es la retracción cervical, también conocida como «hacer papada». Sentado o de pie, con la espalda recta y los hombros relajados, llevamos la barbilla ligeramente hacia abajo y luego empujamos la cabeza hacia atrás, como si quisiéramos pegar la nuca a una pared imaginaria, manteniendo la mirada al frente en todo momento. Hay que sentir cómo se alarga la parte posterior del cuello. Mantenemos la posición unos segundos y relajamos, repitiendo el movimiento unas diez veces. Este ejercicio ayuda a corregir la protrusión de la cabeza.

El segundo ejercicio clave es la inclinación lateral del cuello. Partiendo de la misma posición erguida, inclinamos suavemente la cabeza hacia un hombro, como si quisiéramos tocarlo con la oreja, pero sin elevar el hombro hacia la cabeza; es el cuello el que realiza el movimiento de forma controlada. Sentiremos un estiramiento en el lado opuesto del cuello. Mantenemos unos quince o veinte segundos y cambiamos de lado, realizando varias repeticiones. Este movimiento ayuda a flexibilizar los músculos laterales, a menudo acortados por la tensión del cuello tecnológico.


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