Analizar un fracaso a posteriori siempre corre el riesgo de sonar ventajista, pero en el caso de un formato tan ambicioso como ‘La familia de la tele’ resulta inevitable. El formato de RTVE fue vendido como una reinvención del corazón en la televisión pública, pero apenas ha resistido cuatro semanas en antena antes de ser prácticamente desmantelado.
El proyecto, desde aquella fallida cabalgata inaugural, ha tropezado con todos los errores posibles: desde una desconexión evidente con el público de La 1 hasta una alarmante falta de rumbo. Estas son las claves de un descalabro que, en la intensidad que se ha producido, nadie supo ver.
1- La alergia del público de La 1 al corazón
La audiencia de La 1 no busca ni consume formatos centrados en prensa rosa o contenido sensacionalista, por mucho que se empeñe el presidente de RTVE José Pablo López en pro de la diversidad (o en busca de que la izquierda sea menos prejuiciosa con lo popular). Las experiencias previas (como ‘La Plaza de La 1’, ‘Baila como puedas’ o ‘Los Iglesias’) ya lo habían demostrado.
2- Desconexión con el ADN de RTVE
El intento de adaptar un producto típicamente Telecinco al estilo de La 1 ha resultado forzado e incoherente con la marca RTVE, que triunfa con formatos de calidad como ‘La Revuelta’, ‘La Promesa’ o ‘Cifras y letras’.
3- Óscar Cornejo y Adrián Madrid han ido sobrados de confianza
Con recursos y medios superiores a los habituales, ambos productores han pecado de exceso de confianza sin hacer un verdadero ejercicio de ajuste al nuevo contexto.
4- No aprendieron de sus fracasos recientes
El equipo venía del desgaste de ‘Sálvame’, de pinchazos como ‘Sálvese quien pueda’ (Netflix) o de ‘Ni que fuéramos Shhh’, que elevó Ten pero tenía dificultades para alcanzar siquiera el 2% de share. Y no vieron venir la que se avecinaba en La 1.
5- Contenedor con novelas: error de ritmo y horario
La decisión de José Pablo López de integrarlos entre telenovelas para que ‘La Promesa’ ejerciera de cortafuegos en caso de debacle ha roto el ritmo del magazine y ha generado confusión en el público habitual de las tardes de La 1.
6- Faltó una trama con interés
El programa no ha sabido construir una historia ni emocional ni mediática que enganche. ‘Sálvame’ vivía de trocear dramas, pero ‘La familia de la tele’ no ha encontrado el suyo.

7- Espejismo político y burbuja ideológica
El equipo vivía protegido por cierto apoyo mediático progresista tras el fenómeno de la serie de Rocío Carrasco, pero confundieron militancia con audiencia real. La izquierda les ha sonreído durante 2 años, al advertirlos como víctimas de Ana Rosa Quintana o Federico Jiménez Losantos, y ellos estaban encantados de conocerse tras décadas sufriendo desprecios, en algunos casos de justicia. Pero buena parte del bloque ideológico progresista no les veía ni los verá, por mucho que pongan a personajes tan estupendos como Inés Hernand como copresentadora y a Bop Pop como colaborador.
8- Incapacidad de conectar con el público joven
A diferencia de ‘Ni que fuéramos Shhh’, que conectó con otros públicos ajenos a ‘Sálvame’ mediante guiños digitales y humor surrealista, en ‘La familia de la tele’ han fallado con su estrategia y no han encontrado un nicho de público que les sostenga.
9- Falta de linchamiento televisivo
La marca de la casa de Cornejo y Madrid (el escándalo de ‘Aquí hay tomate’ o ‘Sálvame’) ya no se puede aplicar ni es tolerada en RTVE, y ellos no han sabido reinventarse sin ella. Ambos productores deberán revisarlo y también la crisis reputacional que sufren en algunos ámbitos tras la denuncia sobre la precariedad laboral que ha aireado el exreportero de ‘Sálvame’ Sergi Ferré.
10- Desgaste de los personajes clásicos
El monólogo de Lydia Lozano, la rabieta de Belén Esteban o la lágrima fácil ya no provocan la misma reacción. Tampoco lo hizo la catarsis que realizaron hace poco más de una semana o el teatrillo con los directivos audiovisuales.
11- Confusión con los nuevos presentadores
Inés Hernand y Aitor Albizua no terminan de encajar en este tipo de formato, y su inclusión parece una apuesta por buscar a la juventud de izquierdas, Hernand, o de mimar la cuota orgánica de RTVE, Albizua.
12- Sobran contenidos y falta foco
Un overbooking de secciones, tono cambiante, exceso de personajes y desorientación general: el programa no sabe qué quiere ser. Le pasó a Cornejo y Madrid con ‘Cuentos chinos’. Preso del pánico que provocaban las audiencias, el programa jugaba cada día a ser un formato diferente y acabó siendo cancelado. Veremos si ‘La familia de la tele’ obra el milagro y llega al verano.
13- Reacción tardía y errática de RTVE
José Pablo López pidió paciencia el jueves en el Congreso de los Diputados y desmanteló el programa el viernes. Esta lógica decisión, sin embargo, despista. Sea como fuere, el posible que el presidente de RTVE premie a La Osa Producciones en un futuro. ¿Con un ‘Hormigas blancas 2.0’ o un magazine de fin de semana? Tiempo al tiempo.