El ciclo exprés del lavavajillas suena como una herramienta infalible para sacar platos limpios en un santiamén, pero su uso habitual puede convertirse en una trampa. Muchos hogares recurren a este programa para ahorrar tiempo, sin considerar los efectos acumulativos sobre la vajilla y el propio electrodoméstico.
Los platos, vasos y cubiertos parecen relucientes al principio, pero pronto surgen manchas persistentes y residuos difíciles de eliminar. Si haciéndolo con frecuencia usas la ciclo exprés del lavavajillas, acabarás repitiendo lavados a mano y sometiendo los componentes internos a un estrés continuo.
7Cuándo está justificado su uso puntual

Aun reconociendo sus limitaciones, el ciclo exprés del lavavajillas puede rescatarte en emergencias, cuando necesitas servir un plato limpio en pocos minutos y la suciedad es apenas superficial. Con vajilla ligeramente apenas salpicada o vasos con restos mínimos, obtendrás resultados aceptables…
Sin embargo, la ciclo exprés del lavavajillas pierde sentido si lo empleas habitualmente. Conviene reservarlo para visitas inesperadas o eventos donde no haya otra alternativa, evitando con ello el desgaste continuo tanto de la máquina como de la vajilla.