El ciclo exprés del lavavajillas suena como una herramienta infalible para sacar platos limpios en un santiamén, pero su uso habitual puede convertirse en una trampa. Muchos hogares recurren a este programa para ahorrar tiempo, sin considerar los efectos acumulativos sobre la vajilla y el propio electrodoméstico.
Los platos, vasos y cubiertos parecen relucientes al principio, pero pronto surgen manchas persistentes y residuos difíciles de eliminar. Si haciéndolo con frecuencia usas la ciclo exprés del lavavajillas, acabarás repitiendo lavados a mano y sometiendo los componentes internos a un estrés continuo.
10Alternativas al preaclarado con el ciclo exprés del lavavajillas

Si buscas velocidad sin recurrir a un ciclo exprés del lavavajillas completo, basta con eliminar los restos de comida grandes bajo el grifo y usar un programa rápido de cuarenta minutos o menos. Muchos lavavajillas modernos disponen de esta opción…
Este modo exprés ligero comparte la ventaja de ser rápido, pero emplea temperatras algo más altas que el ciclo exprés estándar y distribuye mejor los detergentes. Con ello, obtienes platos suficientemente limpios sin recurrir de forma abusiva al lavado ultrarrápido.