jueves, 5 junio 2025

Amancio se convierte en arrendador de Planeta tras su última operación inmobiliaria

Amancio Ortega ha vuelto a mover ficha en el sector inmobiliario español con una de sus operaciones más destacadas en los últimos años. A través de su firma de inversión Pontegadea, el fundador de Inditex ha adquirido un edificio de oficinas en plena Avenida Diagonal de Barcelona, actual sede del Grupo Planeta, por 250 millones de euros.

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El vendedor es el fondo estadounidense Blackstone. La operación marca el regreso de Ortega a las grandes compras en el mercado nacional. No ejecutaba una inversión de esta envergadura en España desde que en 2016 compró la Torre Cepsa en Madrid por 490 millones de euros. El inmueble fue adquirido por Blackstone en 2018 por unos 210 millones de euros, lo que evidencia una significativa revalorización en apenas seis años.

La sede de Planeta se suma ahora al extenso portafolio inmobiliario de Pontegadea, centrado en activos de primer nivel y ubicaciones estratégicas. A pesar de que la mayoría de las inversiones del empresario gallego se han orientado en los últimos años hacia mercados internacionales, con especial foco en Estados Unidos y Europa, Ortega ha intensificado sus movimientos en España.

A finales de 2023 adquirió dos hoteles boutique en el centro histórico de Palma de Mallorca por 35 millones de euros, y en abril de este año sumó un nuevo activo en Luxemburgo: un edificio alquilado al bufete Clifford Chance, con 5.200 metros cuadrados de superficie, comprado a Mapfre y Manova, aunque el precio de la transacción no ha trascendido.

Amancio Ortega, que controla casi el 60% de Inditex, continúa destinando los dividendos que recibe de la compañía textil a la expansión de su imperio inmobiliario. Este año prevé ingresar más de 3.100 millones de euros en concepto de dividendos, superando los 2.845 millones del ejercicio anterior, cuando la compañía incrementó un 28% la retribución a sus accionistas.

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Sede de Planeta en Barcelona. Foto: Europa Press.

El fundador de Zara figura entre los diez hombres más ricos del planeta. Según la última lista publicada por Forbes, su patrimonio asciende a 124.000 millones de dólares (casi 115.000 millones de euros), situándose en el noveno puesto a nivel mundial. Muy por detrás queda su hija, Sandra Ortega, con 10.800 millones de dólares, en el puesto 230 del ranking global.

LOS IMPERIOS

Al margen del imperio textil de Inditex, Amancio Ortega ha levantado otro, quizás aún más silencioso pero igualmente colosal: un entramado inmobiliario global que lo ha convertido en uno de los mayores caseros privados del planeta.

A través de Pontegadea, su holding patrimonial, el empresario gallego ha ido acumulando propiedades en algunas de las zonas más exclusivas y especulativas del mercado global. Ortega posee edificios en puntos clave como Nueva York, Londres, París, Toronto o Seattle, donde es dueño de la sede de Amazon.

Son activos prime, arrendados a multinacionales y fondos que garantizan una rentabilidad casi asegurada. En España, su presencia también es notoria, con adquisiciones en Madrid, Barcelona y Palma, aunque el grueso de su actividad se concentra en el exterior, donde el capital encuentra menos trabas y mayor anonimato.

Pontegadea sigue una estrategia: comprar edificios de máximo valor, con contratos de alquiler estables y de larga duración. La lógica es simple y rentable: ingresar millones sin producir nada, más allá de gestionar una cartera de propiedades. En 2023, Ortega se embolsó más de 2.000 millones de euros en beneficios gracias, en gran parte, a este modelo de negocio basado en el patrimonio acumulado.

Con un valor estimado superior a los 18.000 millones de euros, el portafolio inmobiliario de Ortega le otorga una influencia difícil de medir y un blindaje económico casi absoluto. La mayoría de sus compras se realiza al contado, sin recurrir a financiación externa, lo que deja claro el nivel de acumulación al que ha llegado el empresario.


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