En verano, la ocu advierte que la sandía partida en el supermercado puede convertirse en un riesgo para la salud. Su conveniencia para consumirla al instante se contrarresta con la posibilidad de que la fruta permanezca a temperatura ambiente, facilitando el crecimiento de bacterias nocivas.
Aunque resulte cómodo elegir la sandía ya cortada, la ocu subraya que la falta de refrigeración adecuada reduce la frescura y las propiedades nutritivas. Lo que parecía un refrigerio seguro puede convertirse en un caldo de cultivo para microorganismos, y eso explica por qué muchos compradores podrían estar tirando su dinero y comprometiendo su bienestar…
2Pérdida de nutrientes y textura

La ocu señala que la pulpa de la sandía, al cortarse y quedar expuesta, comienza un proceso de oxidación que destruye vitaminas como la C y compuestos antioxidantes esenciales. Esta degradación ocurre con mayor rapidez a temperaturas elevadas.
Esa pérdida de nutrientes convierte una fruta valiosa en un alimento con pocas vitaminas. Además, la textura se vuelve blanda y acuosa cuando no se refrigera. La ocu insiste en que la mejor forma de aprovechar la sandía es cortarla en casa para asegurar la conservación óptima de sus propiedades.