La dgt ha reducido drásticamente los márgenes de tolerancia de los radares de velocidad, provocando que conductores se vean sorprendidos con sanciones inesperadas. Antes existían márgenes de 7 km/h en fijos y un 5 % en móviles, lo que permitía un pequeño colchón. Ahora, esa permisividad ha desaparecido, con valores de solo 3 km/h o 3 % en fijos, y 5 km/h o 5 % en móviles.
Este cambio, impulsado por la dgt, busca unificar criterios y reducir accidentes, pero ha sembrado confusión total en las carreteras, ya que muchos no han adaptado sus hábitos de conducción. La nueva realidad exige una vigilancia constante del velocímetro para evitar multas inmediatas.
6Contextos de aplicación práctica

Estos cambios de la dgt se aplican tanto a controles fijos de pórtico como a radares móviles montados en patrullas, que ahora persiguen recortar aún más la velocidad en retenciones, salidas de túneles y zonas con obras.
La nueva configuración obliga a revisar constantemente la distancia al vehículo que precede y a moderar la presión sobre el acelerador, sobre todo en carreteras sinuosas donde el radar puede ocultarse en curvas.