Cuando colocas esa botella de zumo entre la despensa y la nevera, puede parecer que has hecho una compra saludable sin más. Sin embargo, la ocu advierte que muchos productos de esta categoría apenas aportan lo que prometen y pueden resultar un gasto innecesario. Leer la etiqueta se convierte en un paso esencial para no malgastar tu dinero.
Los supermercados ofrecen un abanico cada vez más amplio de opciones, desde néctares hasta combinados de leche y fruta. La ocu ha analizado más de ciento treinta referencias y ha descubierto que el 80 % de esos zumos no son recomendables nutricionalmente. Aprender a distinguirlos evitará que termines comprando un zumo con escasa proporción de fruta y cargado de aditivos.
6El coste emocional de comprar sin leer la etiqueta según la OCU

Llevar un zumo a casa sin revisar sus propiedades puede traducirse en frustración cuando te das cuenta de que has pagado el precio de una bebida saludable que en realidad no lo es. La ocu subraya que este error se repite cada semana en cientos de hogares.
El malestar no se limita al bolsillo: ver que el zumo no llena tus necesidades de vitaminas y fibra te provoca una sensación de engaño. Por ello, dedicar tiempo a inspeccionar la lista de ingredientes y el porcentaje de fruta evita decepciones y un gasto innecesario.