miércoles, 23 julio 2025

No es pereza, es esto: la razón médica por la que te cuesta tanto levantarte por la mañana, incluso durmiendo bien

La sensación de pereza al despertar, ese ancla invisible que nos retiene en la cama cada mañana, es una batalla que millones de personas libran a diario. No se trata solo de falta de voluntad o de haber trasnochado; a menudo, esta dificultad persistente para iniciar el día, incluso sintiendo que hemos dormido las horas suficientes, es un enigma que va más allá de la simple holgazanería.

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Podemos marcarnos objetivos, poner el despertador lejos o prometer a nosotros mismos que esta vez sí saltaremos de la cama con energía, pero la realidad se impone y el cuerpo parece negarse a colaborar, sumiéndonos en una espesa niebla matutina que no se disipa con la ducha ni con el café. Es hora de plantearse si detrás de esa aparente pereza se esconden motivos más profundos, de naturaleza biológica o médica, que requieren una mirada atenta.

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DURMIENDO MAL SIN SABERLO: LA APNEA DEL SUEÑO OCULTA

Fuente Pexels

Una de las razones más insidiosas de la fatiga matutina es dormir mal sin ser plenamente consciente de ello, y la apnea del sueño es una candidata principal en esta categoría. Este trastorno se caracteriza por interrupciones repetidas de la respiración durante el sueño, que pueden durar desde unos pocos segundos hasta más de un minuto, reduciendo drásticamente los niveles de oxígeno en la sangre y fragmentando el sueño de forma constante, aunque la persona no recuerde haberse despertado.

Aunque el afectado pueda pasar ocho o más horas en la cama, la calidad del sueño es pésima porque el cuerpo está luchando por respirar y activando microdespertares para restablecer la vía aérea. Esto impide alcanzar las fases profundas y reparadoras del sueño, dejando a la persona agotada al despertar, con dolores de cabeza y una sensación de pereza o pesadez que no mejora con las horas, un cansancio crónico que a menudo se minimiza o se atribuye a otras causas menos graves. El diagnóstico y tratamiento de la apnea pueden transformar radicalmente la energía diurna.


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