sábado, 6 septiembre 2025

Raquel Bollo se salta todas las reglas aprovechando que Isa Pantoja está embarazada

Raquel Bollo ha vuelto a situarse en el centro del huracán mediático al protagonizar un nuevo episodio de tensión con Isa Pantoja, justo cuando la joven se encuentra en la recta final de su embarazo. A pesar de que la hija de Isabel Pantoja está a punto de convertirse en madre por segunda vez, en esta ocasión junto a Asraf Beno, su entorno familiar no se lo está poniendo precisamente fácil. Mientras Isa prepara con ilusión la maleta para ingresar en el hospital en cualquier momento, los movimientos de Raquel Bollo han llamado la atención por saltarse todos los códigos de prudencia y discreción que suelen rodear este tipo de situaciones delicadas. Lejos de mantener un perfil bajo o un tono conciliador, Raquel ha aprovechado el contexto para intensificar su enfrentamiento con la joven, reavivando viejas rencillas que muchos creían olvidadas.

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Isa Pantoja sigue su plan

Isa Pantoja

Mientras tanto, Isa Pantoja continúa centrada en el nacimiento de su hijo, ajena o, al menos, intentando mantenerse al margen de las polémicas. Su objetivo inmediato es vivir esta etapa con tranquilidad, rodeada de su pareja y de su hijo mayor, alejada del ruido mediático que no parece dar tregua. Aunque su nombre sigue en boca de muchos, ella ha optado por mantener un perfil más discreto, algo que, según fuentes cercanas, responde a una decisión personal muy meditada. Sabe que cada paso que da es analizado, comparado o utilizado como munición por sus detractores, y en ese contexto, ha optado por preservar su intimidad en un momento que debería estar marcado por la calma y la ilusión.

Sin embargo, ni el embarazo ni la inminencia del parto parecen suficientes para frenar las hostilidades. Raquel Bollo ha dejado claro que no tiene intención de dar marcha atrás, y Alma, cada vez más cómoda en su rol de influencer mediática, no parece dispuesta a ceder un milímetro en la batalla familiar que se prolonga desde hace más de un año. Así, mientras Isa prepara el nacimiento de su bebé, en su entorno más cercano se libra otra guerra, esta vez silenciosa, pero no por ello menos agresiva. Una guerra donde cada declaración, cada gesto, cada mensaje aparentemente inocente, es interpretado como una declaración de intenciones. Y en ese escenario, todo vale. Incluso aprovechar la espera de una vida nueva para reabrir viejas heridas.

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