José María Almoguera, el hijo de Carmen Borrego, ha vuelto al foco mediático con más intensidad que nunca, y esta vez no solo por sus apariciones públicas, sino también por el giro radical que ha dado en su forma de afrontar la vida y la fama. Durante años renegó del mundo del espectáculo que rodeaba a su madre, su tía Terelu y su prima Alejandra Rubio, criticando abiertamente el modo en que habían convertido su intimidad en un producto de consumo televisivo. Llegó a acusar a su madre de ser “vaga” por preferir vivir del show y no de un trabajo “de verdad”, de esos que exigen ocho horas de esfuerzo diario fuera de las cámaras. Sin embargo, ese discurso ha desaparecido por completo. José María ha pasado de detestar lo que él denominaba con sarcasmo “the fucking show” a abrazarlo por completo, dejándose llevar por las dinámicas del entretenimiento más expuesto y rentable.
2La boda de José María Almoguera

Sin embargo, la situación actual es completamente distinta. Hoy, José María y Paola no solo permiten que se emita aquel mismo vídeo de su boda, sino que participan en su presentación en televisión, sentados en el plató y cobrando por ello. Los mismos contenidos que generaron su indignación ahora forman parte del guion de su nueva etapa profesional como personaje mediático. Lo que entonces parecía una cuestión de principios, hoy se revela como una cuestión de dinero. Ya no hay lugar para discursos airados ni para demandas legales. Por el contrario, el programa ha agradecido a ambos que autorizaran la difusión de ese material, que ahora se utiliza incluso como base para bromas o comentarios humorísticos sobre su relación pasada.
Todo este escenario ha desatado preocupación entre quienes conocen bien a José María. El joven que antes defendía una vida discreta, alejada del ruido mediático, parece haberse entregado por completo a esa misma industria que tanto criticó. Algunos allegados temen que detrás de este cambio tan drástico haya una situación personal complicada que lo empuje a aceptar propuestas que hace apenas unos meses habría rechazado con contundencia. El componente económico es innegable, pero también se especula con la posibilidad de que esté atravesando una crisis personal que le dificulte distinguir los límites entre lo público y lo privado.
Las dudas también se centran en su estado anímico. Aunque se muestra tranquilo en televisión, algunos detalles han llamado la atención: su actitud cambiante, las contradicciones en sus declaraciones y el modo en que ha reescrito su relato sobre los conflictos con Carmen Borrego. Si antes arremetía contra su madre sin filtro, ahora prefiere dejar en el aire ciertas cuestiones o incluso mostrarse comprensivo, lo que hace pensar que podría estar experimentando cierta presión para reconducir su relación con ella en aras de un posible frente común familiar dentro del show televisivo. De hecho, hay quien apunta a que esta nueva exposición mediática podría formar parte de una estrategia pactada con la familia para rentabilizar al máximo su historia.