La recta final de Supervivientes 2025 ha comenzado a cobrar una intensidad emocional sin precedentes. Tras más de dos meses de concurso, los participantes se enfrentan al desgaste físico, mental y emocional que supone vivir en condiciones extremas, sin apenas comida, rodeados de tensiones constantes y con la presión creciente de estar a un paso de la gran final, cuya fecha todavía no ha sido anunciada oficialmente por Telecinco. Entre todos los supervivientes, uno de los que está atravesando por un momento más delicado es Montoya, quien se ha convertido en el centro de todas las miradas por la dura situación que está atravesando. El concursante, completamente superado, ha activado en varias ocasiones el protocolo de abandono, mostrando su incapacidad para continuar adelante con la aventura.
2La familia de Montoya

Sus padres, visiblemente emocionados en la grabación, le han explicado que su ausencia se debe a que la abuela del concursante necesita cuidados constantes debido a su delicado estado de salud. “Nos habría gustado mucho verte, pero la abuela necesita de nuestros cuidados”, le han dicho, dejando claro que su corazón también estaba con él, aunque su presencia física fuera imposible. Este mensaje ha conmovido profundamente a Montoya, quien, al escuchar el motivo, ha roto a llorar desconsoladamente. La preocupación por su abuela, sumada al agotamiento que arrastra desde hace semanas, ha hecho que se tambalee aún más su permanencia en el concurso.
Además del mensaje de sus padres, también ha intervenido su hermana, quien no ha podido contener la emoción al dirigirse a él con unas palabras que han terminado de quebrar al joven andaluz. “Has sido generoso, queremos verte siempre con tu sonrisa. Te queremos ver con ese positivismo, que arregla los corazones de todo el mundo. Siempre con la autenticidad por delante”, le ha dicho, destacando el carácter genuino que siempre ha mostrado ante las cámaras. La intervención de su hermana ha sido especialmente significativa para Montoya, que siempre ha confesado tener un vínculo muy estrecho con ella.
Este huracán de emociones ha estallado en un momento en el que Montoya ya estaba al límite, física y mentalmente. La falta de comida ha sido un factor determinante para que activara de nuevo el protocolo de abandono, alegando que no tenía más fuerzas para seguir. La tensión se desató especialmente en el reparto de comida más reciente, que provocó una fuerte discusión entre los participantes. El detonante fue el pescado que habían conseguido pescar, y la polémica surgió cuando Montoya defendió que Terelu Campos debía quedarse con la pieza más pequeña. Esta decisión provocó enfrentamientos con otros concursantes, avivando aún más el malestar del grupo.