Salir de casa cada mañana debería ser un trámite sencillo, pero un descuido dentro del coche puede desencadenar una penalización inesperada. Imagínate conduciendo con total normalidad cuando, al mirar al asiento de al lado, descubres que tu acompañante no ha abrochado el cinturón.
La DGT ha elevado su vigilancia al interior de los vehículos y quiere que sepas que no basta con estar tú bien protegido. Ahora, cada adulto o menor a tu lado puede convertirse en motivo de una multa de 200 € y, en algunos casos, incluso costarte la retirada de puntos.
9Adaptar hábitos para evitar sanciones

La mejor estrategia para esquivar esta penalización… es establecer rutinas antes de arrancar: comprobar cinturones tras cada parada, revisar asientos infantiles y recordar a cada ocupante la necesidad de abrocharse.
Con un simple recordatorio en tu lista de “comprobaciones”, conviertes el uso del cinturón en un acto automático. Así, te aseguras de no llevar sorpresas al repostar ni malentendidos con la DGT, manteniendo intactos tu saldo de puntos y tu bolsillo.