Con el calor apretando, es difícil resistirse a la idea de comer helado cada día para mantenerse fresco y alegre, pero quizá esa costumbre inocente esconda más riesgos de los que imaginamos. Después de todo, resulta tentador convertir el helado en la merienda habitual sin prestar atención a sus efectos a largo plazo.
Aunque en verano asociamos el postre frío a momentos de felicidad, expertos en nutrición advierten que comer helado de forma habitual puede desequilibrar tu organismo y disparar problemas que no aparecerán de inmediato. Conocer la otra cara de esta práctica te ayudará a disfrutar sin comprometer tu salud.
9Alternativas nutritivas y sabrosas
Para quienes aman el frío dulce pero temen sus efectos, existen versiones caseras que sustituyen azúcares refinados por frutas naturales y yogur bajo en grasa. Con ellas obtienes… una experiencia refrescante sin disparar tus niveles de glucosa ni comprometer tu salud.
Crear helado en casa permite controlar cada ingrediente, reduciendo las grasas saturadas y el contenido calórico. Esta opción consciente equilibra placer y nutrición, ofreciendo un postre que no sacrifica ni tu salud ni tu gusto por lo dulce.








