Dentro de los fotogramas de Sueños de Libertad, cada mirada tiene detrás de sí un secreto, y cada susurro llega cargado de amenaza. El capítulo 317 de este viernes es el giro esperado de una trama donde las lealtades se ven desmoronadas y las máscaras caen.
Begoña recibe un mensaje anónimo que no firma, pero tiene la impronta inconfundible de alguien que sabe mucho. Mientras, Damián, consumido por la obsesión, se aferrará a Digna como última frontera de certeza en un mundo donde hasta la verdad puede llegar a doler.
2ESPIRAL DE DESESPERACIÓN EN SUEÑOS DE LIBERTAD

La obsesión es un veneno que se va bebiendo gota a gota en Sueños de Libertad. Damián ya no busca justicia; necesita verificar una cosa que su corazón ya sabe: Pedro ha matado a Jesús. Cada conversación que mantiene con Digna es una forma desesperada de intentar convencerla—y convencer a sí mismo—de que la boda con el patriarca sería firmar su sentencia. Más Digna, dividida entre el deber y el deseo, no es tan fácil de persuadir.
Y es así que Damián, de una manera muy especializada y solemne, desvía la charla que tan bien mantenía con Irene para ofrecer un tema más cercano a lo personal: sucede que esto no es por azar, cada pregunta es un cuchillo que busca abrir las heridas viejas. ¿Qué sabe Irene? ¿Y por qué su reacción puede ser lo que falta? En este mundo, incluso las lágrimas son estratégicas.
Y mientras tanto, el detective se encuentra siguiendo el rastro que ha de conducir a Cristina, a la mujer inteligente que se encuentra encadenada a una relación que ahoga sus sueños. La libertad parece ser el mensaje que la serie nos dice, es un privilegio para pocos. Pero Damián está a punto de perder o de descontrolarse. Sus encuentros con Irene son solo búsqueda de información, sino un reflejo de su propia debilidad.
¿Qué puede pasar si tras años de culpa observa que su persecución de Pedro es condenada al fracaso? La obsesión se puede convertir en una prisión sin barrotes. Y, mientras tanto, el detective en Madrid se encuentra con Cristina y a ella la puede observar como un espejo de sus luchas, porque ambos son náufragos de un mar de mentiras ajenas.
Lo más peligroso es que la forma que ha tomado Damián ya no mide las consecuencias. Si hasta ese momento había decidido actuar cautelosamente, en Sueños de Libertad Damián juega hoy día cara o cruz con su futuro. Y en Sueños de Libertad, quien apuesta todo, alguien más también está listo para cobrar la deuda. La desesperación no limita solamente su capacidad de juicio, además logra atraer las garras de los buitres.