Despertar con la piel pegada a la sábana y el sudor recorriendo cada rincón de tu cuerpo es una señal inequívoca de que el calor ha tomado el mando de tu hogar. Nada más encender el aire acondicionado, tu bolsillo tiembla y el termostato marca cifras que asustan. Sin embargo, no necesitas un aparato industrial para sobrevivir al calor de manera eficaz y económica.
Con unos ajustes sencillos y algo de ingenio, podrás transformar tu casa en un refugio fresco sin disparar la factura eléctrica. Aquí descubrirás técnicas accesibles que te permitirán recuperar el bienestar en los días más sofocantes, incluso cuando el sol aprieta sin compasión.
3Ventilador con hielo para un chorro helado

El número 3 por el que muchos suspiran es sencillo y extravagante: ubica un recipiente con hielo o botellas congeladas frente al ventilador. A medida que las aspas giran, el aire se enfría al contacto con el hielo y proyecta un chorro gélido directo a tu salón…
Esta técnica crea una sensación de aire acondicionado improvisado, sin necesidad de cables extra ni mantenimiento. Sólo debes reemplazar el hielo cuando se derrita y disfrutarás de un ambiente notablemente más fresco que te ayudará a sobrevivir al calor más intenso.