Despertar con la piel pegada a la sábana y el sudor recorriendo cada rincón de tu cuerpo es una señal inequívoca de que el calor ha tomado el mando de tu hogar. Nada más encender el aire acondicionado, tu bolsillo tiembla y el termostato marca cifras que asustan. Sin embargo, no necesitas un aparato industrial para sobrevivir al calor de manera eficaz y económica.
Con unos ajustes sencillos y algo de ingenio, podrás transformar tu casa en un refugio fresco sin disparar la factura eléctrica. Aquí descubrirás técnicas accesibles que te permitirán recuperar el bienestar en los días más sofocantes, incluso cuando el sol aprieta sin compasión.
2Ventanas y puertas en el momento justo

La ventana a contracorriente funciona mejor al alba o al caer la tarde, cuando la temperatura exterior es más amable. Abre en esos instantes para dejar entrar ese aire más fresco y cierra antes de que el sol golpee de lleno contra el vidrio.
Con este ritmo de apertura y cierre, consigues atrapar la frescura sin permitir la entrada de calor brutal. Es un método tan económico como sorprendentemente efectivo para sobrevivir al calor, ya que aprovecha los ciclos naturales del día para mantener tu hogar confortable.