El aire se ha vuelto cada vez más compacto en el Palacio de Luján de La Promesa, repleto de murmullos e intensas miradas. Cada esquina tiene lo suyo, cada figura tiene su propia máscara, y en el capítulo 604 de La Promesa que se emite hoy, las máscaras empiezan a resquebrajarse.
La agresión al capitán de la Mata no es simplemente una acción violenta, sino el detonador de un conjunto de revelaciones que pueden variar el sino de todos. En el momento en que Curro considera que ya ha dado con la pista del asesino de Jana, Eugenia se encuentra lidiando con sus propios infiernos y Samuel frente a la excomunión. El capítulo presenta la verdad como una trampa mortal.
2ENTRE LA LUZ Y EL ABISMO DE LA PROMESA

Eugenia sufre en La Promesa un ir y venir emocional que la fuerza, sin que ella pueda evitarlo, a acercarse, día a día, al borde del abismo. Los trucos de Leocadia y Lorenzo han conseguido, sin duda, su propósito: el episodio de la violencia contra el capitán de la Mata es ahora el tema de conversación del palacio.
«Lo que ya se había disfrazado como lástima no ha sido más que un espejismo», le dice Teresa a Petra y a Rómulo, con su habitual deja de tristeza y de miedo. María Fernández, con el corazón encogido, contempla a Eugenia: «Leocadia la empuja al abismo acompañada de una sonrisa», se dice, antes de ver a la hermana de Cruz permitir esa excursión por los jardines como si tal felicidad le otorgara un consuelo.
Pero María sabe que no se trata de un acto de bondad, sino más bien, de una jugada más en ese juego perverso que durante años han ido configurando Leocadia y Lorenzo, que han ido tendiendo; Eugenia, atrapada entre sus recuerdos y sus temores, es solamente una pieza, un peón más, en su tablero. Mientras tanto, el futuro de Samuel se cierne como una sombra sobre María.
La excomunión llevaría a distanciarse no solo de la fe, también de todos aquellos que necesitan lo que ofrece. Pero aunque está convencida de qué tiene a Petra por autora, no puede evitar preguntarse si acaso hay alguien más tras el mismo. En Luján, las traiciones nunca vienen solas, y cada acusación siempre puede ser el primer paso hacia una trampa mortal.