viernes, 30 mayo 2025

Antonio Tejado le da un beso a Rosa Benito tras la complicada noticia que ha recibido

Antonio Tejado vuelve a la escena pública con una imagen familiar sorprendente. Solo un día después de saberse que el juez del caso lo considera el principal instigador del asalto a la vivienda de su tía, María del Monte, el excolaborador televisivo apareció en un escenario del todo inesperado: la iglesia de Brunete, en Madrid, donde su hijo mayor, Antonio, fruto de su relación con Chayo Mohedano, celebraba su confirmación. El acto, de carácter íntimo y familiar, se convirtió en el reencuentro más mediático de los últimos meses para la familia Mohedano, marcada por años de conflictos, rupturas y polémicas que parecían insalvables. Contra todo pronóstico, la jornada estuvo marcada por la cordialidad entre antiguos enemigos, sonrisas contenidas y, sobre todo, un gesto que dejó sin palabras a muchos: Antonio Tejado besó a Rosa Benito, su exsuegra, en un gesto tan inesperado como simbólico.

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Amador Mohedano no ha estado presente

Este ambiente de aparente armonía contrastó con la ausencia destacada de Amador Mohedano. Su silla vacía no tardó en despertar rumores sobre un posible veto por parte de su hija o de su exmujer, con quienes mantiene una relación más que tensa. Sin embargo, esas versiones fueron rápidamente desmentidas por personas del entorno del hermano de Rocío Jurado. Según explicaron, Amador había informado previamente a su hija de que no podría asistir al acto debido a un compromiso adquirido con anterioridad en Chipiona. Allí debía participar en la tradicional romería en honor a la Virgen de Regla, cuya procesión pasaría justo frente a su casa. Amador, además, tenía previsto entregar personalmente un ramo de flores a la imagen y organizar una comida con amigos, que se prolongó durante toda la jornada, motivo por el cual no estuvo en Brunete. Esa explicación ha sido aceptada por su círculo más cercano y contribuyó a rebajar las especulaciones sobre una posible fractura familiar más profunda.

La imagen pública de Antonio Tejado sigue siendo objeto de controversia. Su implicación en el robo a la casa de su tía María del Monte ha sacudido por completo su trayectoria personal, y el hecho de que el juez lo señale directamente como el autor intelectual del asalto no ha hecho sino empeorar su situación. Sin embargo, con esta aparición inesperada en un contexto tan delicado como es la confirmación de su hijo, el excolaborador parece haber querido enviar un mensaje: su familia sigue siendo una prioridad. Que Chayo Mohedano haya permitido su presencia, que Rosa Benito lo haya recibido con un gesto tan afectuoso y que todos ellos compartieran un acto religioso con naturalidad sugiere que, al menos por unas horas, las viejas heridas quedaron aparcadas en favor de la convivencia y el respeto mutuo.

Aún queda por ver cómo se desarrollará el proceso judicial y si Tejado logra evitar una condena que podría marcarle de forma definitiva. Pero en lo personal, este reencuentro con la familia Mohedano marca un antes y un después en una historia que, durante muchos años, pareció imposible de reconciliar. La confirmación de su hijo no solo fue un momento importante para el adolescente, sino también un escenario para la reflexión y, quizás, para el perdón. Aunque el camino hacia la redención es largo, gestos como el de ese beso a Rosa Benito abren una pequeña puerta a la esperanza de que, al menos en lo familiar, aún hay espacio para la paz.

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