¿Has comprobado alguna vez el contenido de esa lata de atún que tienes en la despensa? Quizá te sorprenda descubrir que no todas las marcas son iguales y que, cuando te lo llevas a la boca, entras en un juego de calidad oculta que pocos conocen.
La OCU ha puesto el foco en un estudio reciente que analiza 32 variantes de atún en lata. Te preguntarás si tu preferida está a la altura, pero primero conviene entender por qué este producto, tan presente en el día a día, merece una segunda mirada.
1La guerra silenciosa de las latas

¿Sabías que detrás de cada etiqueta se esconden niveles de sal, proporciones de pescado y trazas de mercurio que no suelen aparecer en los anuncios? Pues la OCU recomienda fijarse en la sal y no en el brillo del envase. Esta organización ha medido esos detalles y ha encontrado diferencias que podrían pasar desapercibidas en un primer vistazo.
Aunque muchas marcas cumplen lo imprescindible, existen variaciones que influyen en la textura, el sabor y, por qué no decirlo, en tu salud. Y ojo, que no es solo cuestión de aceite: aquí entran en juego parámetros imperceptibles hasta para el paladar más exigente.