Terminar el día y encontrarte con un paquete de albóndigas precocinadas en el supermercado parece un salvavidas: rápido, sencillo y listo para el plato. Sin embargo, la OCU ha analizado con lupa varias opciones y ha comprobado que no todas ofrecen un sabor ni una calidad dignos de tu mesa.
Antes de dejarte llevar por la urgencia del momento, dedica un minuto a conocer el veredicto de los expertos. Verás por qué algunas marcas merecen tu confianza y por que otras conviene evitarlas. Así ahorrarás decepciones —y euros— en cada cena improvisada.
2Aditivos y conservantes, ¿hasta qué punto?

Cuando un fabricante recorta gastos, suele tirar de potenciadores de sabor y conservantes para mantener el producto estable durante meses. La OCU alerta de que algunos botes incluyen fosfatos y glutamato que, al consumirlos en exceso, pueden pasar factura a tu salud a largo plazo.
Si revisas la etiqueta y encuentras nombres difíciles de pronunciar, es señal de que podrian estar exagerando el tiempo de caducidad o enmascarando una carne de escaso nivel. Mejor alejarse y buscar opciones más limpias.